Qué dijeron los testigos de la defensa de Melgarejo, Reinoso, Acuña y Emerenciano
Variando en sus extensiones, pasaron hasta las primeras horas de la siesta nueve testigos este martes. Todos fueron convocados por las defensas de personas imputadas en el marco del juicio del crimen de Cecilia Strzyzowski.

El juicio que juzga a los imputados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski continúa con intensa actividad en el Centro de Estudios Judiciales de Resistencia. Hasta el la siesta, nueve personas brindaron su declaración ante las autoridades y el jurado popular. Los mismos fueron convocados por la defensa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, imputados como participes primarios, y Melgarejo y Reinoso, acusados de encubrimiento.
El primer testigo de la jornada de este martes pertenecía a la defensa de Gustavo Melgarejo. Se trataba de una trabajadora de Medicina Legal que estuvo a cargo del examen físico que le realizaron el 11 de junio de 2023, cuando fue detenido por la Justicia. Según expuso la mujer, que también revisó ese día a Griselda Reinoso, ninguno presentaba ampollas o lesiones que produce el contacto con el fuego.

A continuación, la defensa de Reinoso desistió de un testigo y fue convocado a declarar un cabo de Policía que llevó adelante el registro de imágenes con drones sobre el campo Rossi en el marco de la investigación. Sin brindar muchos detalles, expuso las imágenes recabadas.

Sobre la mitad de la jornada, la defensa de Emerenciano Sena, a cargo de Ricardo Osuna, convocó a sus testigos, quienes brindaron algunos de los testimonios más extensos. Las preguntas que respondieron se centraban en la figura de Emerenciano y los movimientos durante junio de 2023, cuando desapareció Cecilia.
LA RUTINA DE EMERENCIANO Y QUÉ SUCEDIÓ EL 2 DE JUNIO
A las 9.20, brindó su declaración E.B., una vecina que vive en el conocido como "Barrio Emerenciano" —hoy renombrado "Papa Francisco"—. En su relato, reconstruyó el 2 de junio de 2023. Dijo que vio a Emerenciano llegar antes de las 8 de la mañana al barrio. "Llegaba siempre con una sonrisa y chiste a la casa 8", señaló y explicó que así llamaban a una vivienda que se utilizaba como depósito y oficina.
Todos los días, Sena llegaba temprano al lugar y luego se acercaba a la obra para desayunar. Permanecía allí hasta después del almuerzo, cuando se retiraba del barrio. Esta misma rutina la repitió el 2 de junio, según comentó la vecina.
En otro momento, habló a favor de la figura de Emerenciano, sosteniendo que los había ayudado a cambiar su realidad habitacional por su vínculo con el Instituto de Vivienda. "Trabajó para que todos salgamos de los ranchos, que es una excelente persona", expuso.
Al hablar de Marcela, dijo que "a veces le ocultaba información a Emerenciano". Además, señaló que no conocía a Cecilia.
Al concluir esta testigo, comenzó la declaración de un hombre, F.S., que conocería al expiquetero hace 45 años y se habría desempeñado como su mano derecha en la construcción. En su relato, sostuvo que Sena "todo junio estuvo en el barrio", hasta el día 9 que fue detenido. Mencionó que él estaba junto a Emerenciano porque coordinaban las obras que estaban realizando en la zona.
Seguidamente, habló S.O., otra vecina que hace 10 años trabaja en el barrio. Entre otras cosas, recordó lo sucedido el 2 de junio: sostuvo que Emerenciano llegó como todas las mañanas en su camioneta blanca y que desayunó y almorzó en la "Casa 8".
El día del allanamiento en la casa de la familia, el 9 de junio, estuvo presente cuando detenían al dirigente. Al día siguiente fue con el primer representante legal que tuvo la familia, de apellido Díaz, con quien ingresó al domicilio para buscar cosas de Marcela y Emerenciano, quienes ya estaban en comisarías. Indicó que no había ningún tipo de custodia policial fuera de la casa horas después del allanamiento.

En otro momento, aclaró a qué le llamaban grupo "Omicron" y grupo "Covid": el primero era dirigido por Obregon y estaba conformado por hombres que trabajan en las obras, mientras el segundo estaba integrado por mujeres que también desarrollaban tareas en el barrio. Al explicar los motivos de esos nombres, dijo que los eligieron porque continuaron trabajando de forma normal aún durante el aislamiento establecido por la pandemia.
Esta testigo en particular había declarado en la comisaría en esos momentos. Sostuvo que lo hizo porque Marcela Acuña había dicho que la joven vio con vida a Cecilia cuando ya estaba denunciada su desaparición. Quiso negar esta versión, sosteniendo que la última vez que la vio fue el 8 de enero de ese año, cuando en el barrio realizaron una celebración en torno al "Gauchito Gil".
Al cerrar su testimonio, le preguntaron qué esperaba del juicio: "Yo no voy a mentir y cubrir a alguien, espero que se sepa la verdad, que las personas inocentes salgan libres", contestó y agregó que creía en la honestidad de Emerenciano Sena.
La próxima en declarar fue A.P., una cocinera que trabajó durante años con la familia Sena. Fue encargada de cocinar diariamente para Marcela Acuña, Emerenciano Sena, los alumnos de la escuela y del centro de salud.

Al reconstruir los hechos del 2 de junio, expuso que llegó temprano al barrio ese día, que le llevo el desayuno y que parecía de buen humor. Días después, su casa fue allanada porque tenía ropa perteneciente a la familia Sena, la cual ella misma lavaba y llevaba a la comisaría, donde estaban detenidos.
El momento más relevante de su declaración llegó cuando narró la conversación que mantuvo con Emerenciano durante una visita a la cárcel: "Te juro por Dios que me enteré de que había una muerta acá adentro (de la cárcel). Hasta que me pusieron las esposas yo sabía que estaba desaparecida", afirmó que le dijo el líder piquetero.
Cerró su testimonio respondiendo sobre las actividades que se llevaban adelante en el barrio, en ese momento también comentó que fue amenazada horas antes de declarar en el juicio. Una vez que finalizó, fue convocada la hermana de Emerenciano, Marcelina Sena.
Sobre el 2 de junio de 2023, dijo que ese día se estaba haciendo un mural en su casa. Detalló que entre las 16.30 y las 17 llegaron Emerenciano y Marcela y que más tarde, entre las 20 y 21, llegaron César y Obregón. Allí, entre 18 y 20 personas se quedaron hasta la hora de la cena, donde compartieron un guiso. Sostuvo que no notó nada extraño en su hermano.
El 5 de junio volvió a verlo, cuando Emerenciano volvió a visitarla en su casa, por la tarde. El reencuentro entre los hermanos fue días después, cuando él ya estaba detenido. "Me dijo que no sabía por qué estaba detenido. Lloraba, obviamente", dijo.
En este momento, fue consultada sobre las esquelas que intentó ingresar en una visita a la comisaría. Se defendió diciendo que esa comida la retiró del barrio y la llevó directamente, desconociendo que tenía algo adentro. Durante su testimonio, la mujer irrumpió en llanto en varias ocasiones.
LOS TESTIGOS DE LA DEFENSA DE MARCELA ACUÑA
Luego de un cuarto intermedio, comenzaron a ser convocados los testigos de la defensa de Marcela Acuña. En primer lugar, pasó G.G., un comandante segundo que expuso un dibujo que intentaba ser como un plano de la casa de los Sena, ubicada en Santa María de Oro 1460.
Para las 12.50, inició su declaración C.R.F., quien trabajaba como empleada doméstica en dicho domicilio. El 2 de junio de 2023 fue a trabajar y quedó registrado su ingreso en las cámaras de seguridad de la zona.
Manifestó algunas características de su trabajo y también dijo notar extraña a Acuña ese día en particular; "estaba nerviosa, distraída, fuera de lo normal", indicó. Sostuvo que solo conocía una parte de la casa, la planta baja, donde planchaba la ropa que le encomendaban. Un rato después de que llegó, Emerenciano y Marcela se retiraron del domicilio.

Una de las cosas llamativas en su relato fue lo que detalló después: luego de que se fueran los Sena, Gustavo Obregón ingresó a la casa "acelerado, como buscando algo". Relató que el joven recorrió la casa varias veces hasta que recibe un llamado telefónico. Al escuchar la charla, sostiene que la persona con la que él estaba hablando le pregunta qué pasó y él le contesta "lo mismo de siempre". La testigo interpretó que estaba hablando con Fabiana González.
Luego, Obregón le dice a C.R.F. que Marcelo le dijo que se retire de la casa. Durante el tiempo que estuvo, la mujer también escuchó que Obregón habló con César Sena e insistió en que lo vio "desesperado" e "inquieto".
Los días siguientes, la empleada trató de comunicarse con Marcela sin tener éxito. En ese momento, le comentaron que le habrían hackeado el teléfono a Acuña. Para cerrar su testimonio, comentó cómo se acercó a los Sena, que también cuidó de la mamá y nieta de Marcela Acuña, y mostró disconformidad con "la forma de trabajar" que tenían en el movimiento que dirigían.
