Rechazo del sector agropecuario al proyecto que propone gravar los gases de las vacas
Lucía Klug, legisladora bonaerense de Unión por la Patria, presentó una llamativa iniciativa que propone una tasa ambiental sobre el metano en Buenos Aires, un impuesto que alcanzaría a las emisiones de gases generadas por la actividad ganadera. Las reacciones no tardaron en llegar; entre ellas habló el mismo presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino.
La iniciativa de Klug, cercana a Juan Grabois, propone constituir un fondo fiduciario destinado a financiar programas de gestión integral de residuos sólidos urbanos, bajo el argumento de que la reducción de emisiones en ese ámbito compensaría el metano generado por la producción pecuaria. La diputada fundamentó el proyecto en la necesidad de enfrentar el cambio climático, señalando que Buenos Aires es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero del país.
Al conocer la propuesta, el rechazo surgió en varios sectores. La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) cuestionó el proyecto por considerarlo carente de "sentido y sustento técnico", y lo definió como una nueva carga impositiva que afecta a un sector que —según la entidad— ya enfrenta una presión fiscal elevada.
En la misma línea, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, rechazó la iniciativa en términos contundentes. "Como dice el dicho popular, nunca mejor dicho: están hablando al pedo", afirmó. "Es no entender nada. En la Rural venimos trabajando hace rato en sostenibilidad. La cosa va por otro lado, siempre buscan impuestos y le pegan al campo". Pino agregó que el sector productivo está dispuesto a hacer sus correcciones, pero reclamó que "los legisladores estén a la altura de lo que tienen que hacer".
