"Si hay algún culpable, que lo pague", dijo entre lágrimas Fabiana González
Luego del turno de Emerenciano Sena fue seguidamente Fabiana González, quien declaró ante el jurado popular.
En la mañana de este miércoles, durante la undécima audiencia del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, declararon los últimos testigos propuestos por la defensa. Luego, fue el turno de Emerenciano Sena y seguidamente de Fabiana González, quienes decidieron brindar su testimonio ante el jurado popular.
Acompañada por su abogada, González subió al estrado y comenzó relatando cómo era su rutina diaria en la casa de Marcela Acuña. "Siempre hice las tareas habituales de todos los días de mi trabajo. Siempre fui a la casa de Marcela: a la mañana, a la tarde, de noche, porque era mi deber abrir al que saca la basura o al que busca donaciones", expresó.
La imputada explicó que el día en que desapareció Cecilia, recibió la orden de donar una cama y un colchón. "Ese día la señora Acuña me pidió que done la cama y el colchón. Llamé a Alfredo Aguirre, que era quien sacaba las donaciones de la casa, porque la casa también funcionaba como fundación. Yo no vi que tuviera sangre, porque no lo toqué. No limpié, nunca hice limpieza en la casa", aseguró.
Durante su declaración, González habló también de su relación con la familia Sena y el vínculo de confianza que mantenía con Marcela Acuña. "Siempre acompañé a las chicas que limpiaban, iba a buscar boletas, comía en la casa de ellos. Marcela era como mi mamá. Desde los 15 años estoy en el movimiento. Me crié con mi abuela; mi mamá y mi hermana eran discapacitadas. Cuando mi abuela falleció, Marcela y Emerenciano me ayudaron ese día del velorio y siempre estuve agradecida a ella", sostuvo con lágrimas en los ojos.
Visiblemente emocionada, recordó cómo la detención cambió su vida y la de su familia. "Estoy detenida hace dos años y medio y no puedo ver a mi hija. En el camino veo a mi hermana, pero tampoco a la más grande, porque también es discapacitada y le hizo muy mal todo lo que está pasando. Hace dos años que me están culpando por algo que yo no hice. Mi bebé tenía dos años y medio cuando me detuvieron; ahora tiene cinco y vive con su hermana. Yo quiero estar con mi hijo. Y si hay un culpable, que lo pague. Yo tengo una hija adolescente, ahora mi nieta" , expresó entre lágrimas.
"Por Marcela todo, siempre agradecida, igual que con Emerenciano. Ella era como un papá. Siempre me enseñó, incluso terminé mi secundario. Mi hija se tuvo que hacer cargo de su hermanito y no pudo terminar la carrera de abogacía", agregó.
En el cierre de su declaración, González se dirigió directamente al jurado:
"Les pido de corazón, yo soy mamá y sé lo que pudo sentir esa mamá en un principio. Nunca pensé vivir esta tormenta. Si hay un culpable que lo pague, tiene que pagar".
