A tres meses del femicidio de Leonela Giménez, la causa sigue en sombras
Un 28 de junio, Leonela Giménez fue encontrada sin vida en la Ruta Nacional 95 con un disparo en el pecho. Tres meses después, la causa continúa sin certezas y con una pregunta vigente: ¿Quién mató a Leonela?.
Una mañana del 28 de junio, Sáenz Peña se tiñó de horror: A la vera de la Ruta Nacional 95, a pocos kilómetros del centro de la ciudad, apareció el cuerpo sin vida de Leonela Ayelén Giménez, una joven de 25 años y madre de dos hijos.
La misma tenía un disparo en el pecho cuando fue vista por un automovilista, el cual dio aviso a la policía, y luego la noticia sacudió rápidamente a la comunidad. Desde ese momento comenzó una investigación que, a tres meses, sigue marcada por dudas, pericias incompletas y el dolor inconsolable de una familia que exige justicia.
La investigación: avances y tropiezos
Tras el hallazgo, la fiscalía ordenó la detención de Emanuel Giaccone y Cristian Ameida, señalados como presuntos responsables. De hecho, en grabaciones a las que accedió Diario TAG, se ve a uno de ellos descendiendo de un automóvil audi A1 y arrojando el celular de Leonela a una cuneta, lo que complicó aún más el caso. Luego de esas detenciones, comenzaron las investigaciones e indagatorias en la Cámara Segunda en lo Criminal, donde Giaccone y Ameida recibieron una prisión preventiva hasta que inicie un juicio que aún no empezó.
Un 2 de julio, Ameida prestó declaración ante la Fiscalía donde, según su relato, el, Giaccone y Giménez partieron en auto desde Sáenz Peña hacia la Ruta 95, "para pasear" sin destino pautado. En el trayecto, dijo, Leonela insistía en que le "metan un tiro" mientras señalaba su frente y su pecho, como si desafiara a Giaccone a disparar. El arma —descrita como "negra, de unos 20 centímetros"— yacía entre los asientos, cerca de la palanca de cambios.
Al llegar a una zona rural camino a Villa Ángela, la joven pidió detenerse para ir al baño. Descendieron del vehículo, llenaron nuevamente vasos de vino y, siempre según Almeida, Leonela y Giaccone mantuvieron relaciones sexuales detrás del auto, mientras él se quedó adentro jugando al casino virtual en su celular. Tras la intimidad, la pareja "se lavó con vino" y volvió a manipular el arma: primero la tomó Leonela, luego Giaccone. "Ahí escuché que a Emanuel se le escapó el tiro y empezó la locura", declaró el imputado.
Según su relato, tras el presunto ataque Ameida pidió ir a la policía, pero Giaccone se negó, por lo que se dirigieron al domicilio de un amigo para pedir ayuda. Luego, regresaron a la escena con la intención de recuperar el casquillo de la bala, pero no lo hallaron. De regreso, pararon frente al zoológico local, donde Giaccone destruyó el teléfono de Leonela y arrojó los restos al suelo para eliminar conversaciones comprometedoras.
Tiempo después, y ante la falta de pruebas, el abogado defensor de Ameida, César López pidió la anulación de la imputación sobre su defendido como coautor del delito, alegando que "no hay pruebas que lo vinculen con la planificación del hecho, ni ningún elemento que compruebe que Ameida conocía, ideó o participó del crimen", argumentó López un 28 de julio.
Ese pedido se terminó otorgando a Ameida el 4 de septiembre por la jueza Rosana Gliobota, de la Cámara Segunda, argumentando que: "No se aprecia la existencia de un mínimo correlato entre las conductas descriptas y la calificación jurídica que se le asigna a esa imputación".
Por si fuera poco, el pasado 25 de septiembre se confirmó un dato revelador y que generó más incertidumbre en el entorno familiar de Leonela: el dermotest practicado a ambos imputados arrojó resultados negativos, según confirmó el abogado defensor de Emanuel Giaccone, Miguel Lukach, lo que indica que ninguno de los dos habría asesinado o participado del homicidio.
A ello se suma la falta de un informe balístico definitivo que vincule el proyectil extraído del cuerpo de Leonela con un arma secuestrada en la causa. Tampoco se difundieron aún pericias concluyentes sobre el teléfono celular de la víctima, cuya cadena de custodia y análisis fueron señalados como puntos críticos.
Posible participación de terceros
En paralelo, el fiscal confirmó que un testigo clave se presentó de manera espontánea y aportó su celular con conversaciones y audios vinculados a los acusados. Esta persona habría acompañado a los imputados al lugar del hecho luego del crimen, presuntamente en un intento de eliminar pruebas. "Aún no se descarta que esta persona pueda pasar de testigo a imputado", remarcó Valero.
Además, se tomó declaración a una mujer que trabajaba en el departamento como personal de limpieza y que estuvo presente cuando la víctima llegó al lugar, tras ser convocada por Giaccone.
Declaraciones de terceros
Un empleado de seguridad declaró que fue obligado a acompañar a Emanuel Giaccone y Cristian Almeida al lugar donde estaba el cuerpo sin vida de Leonela Giménez. El hombre se presentó de manera espontánea luego de que su nombre apareciera en la declaración de Almeida. Se trata de R. T., empleado municipal y trabajador de seguridad en el boliche Akiles, propiedad de la familia Giaccone. Su declaración complicaría la situación de Emanuel Giaccone.
El testigo relató que, a las 8, Giaccone llegó a su casa tras varias llamadas perdidas. Al subir al auto —donde Almeida ocupaba el asiento trasero— vio una pistola negra envuelta en una funda entre las piernas del conductor. Camino a una estación Shell de la colectora Sur, Giaccone confesó: "Le pegué un tiro en el pecho a la señorita Leonela" y advirtió que "en esto estamos los tres", refiriéndose a una supuesta complicidad forzada.
La voz de la familia y la presión social
Mientras los tribunales avanzan a paso lento, la calle se convirtió en escenario de reclamo: Familiares, amigas y colectivos feministas marcharon reiteradas veces en Sáenz Peña exigiendo cadena perpetua para los responsables y cuestionando la falta de transparencia en la investigación. "Queremos justicia, no queremos que Leonela sea un número más", fue uno de los mensajes que se repitió en las movilizaciones.
Un expediente con más preguntas que respuestas
La causa acumula contradicciones. La defensa de los acusados pidió la readecuación de la imputación, argumentando falta de pruebas directas, mientras que la fiscalía insiste en mantener la acusación por homicidio agravado por femicidio.
Los principales interrogantes que persisten son: ¿Cuál es el arma homicida y quién disparó?, ¿Qué información concreta arrojó el celular de Leonela?, ¿Por qué las pericias clave siguen sin difundirse públicamente?
Tres meses sin certezas
La muerte de Leonela Giménez expuso la urgencia de investigaciones rigurosas y transparentes en casos de violencia de género. A tres meses del crimen, la causa muestra avances fragmentados y dudas que la sociedad aún no puede despejar. Para su familia, el tiempo corre y la impunidad sigue siendo el temor más grande.
