
Periodista
El sentido de pertenencia, la identidad del Club Villa San Martín
Más alla de los títulos de las formaciones juveniles, el tricolor se destaca como formador de juveniles con una característica en común, el sentido de pertenencia para toda la vida.

El campeonato de la Copa Bronce no fue solo un logro deportivo para la U15 3 de Villa San Martín tras vencer a Hindú en una serie muy ajustada. Fue, sobre todo, la confirmación de una identidad.
Así lo califica Jorge Osuna, el entrenador del equipo campeón con una vida ligada al tricolor, lo que resume el éxito desde un concepto que atraviesa generaciones en el club: el sentido de pertenencia.
"La satisfacción es muy grande porque es un logro de un grupo que surge a partir de la dificultad", explica Osuna, al referirse a un equipo armado desde el volumen y la constancia, muchas veces entrenando "en un patio de colegio, como el Lino Torres", ante la falta de cancha propia. Sin embargo, lejos de ser una piedra en el camino, ese contexto terminó fortaleciendo al grupo.

El Club Villa San Martín tiene hoy cerca de 800 chicos practicando básquet y un esquema formativo que multiplica a equipos y entrenadores. En ese universo, Osuna trabaja con categorías adolescentes y destaca que "en el volumen vamos a encontrar a los jugadores, pero también hay que cuidar ese volumen".
Para él, el verdadero desafío no es solo formar talentos, sino contener a todos: "El nicho más grande es el que no llega, y a esos chicos hay que darles espacio, pertenencia y continuidad".
El título llegó tras una final ajustada ante Hindú, pero Osuna subraya más el proceso que el resultado: "Los chicos disfrutaron un logro que se lo ganaron en buena ley. De 15 o 16 partidos, perdieron solo uno", remarca. Y agrega un detalle que para él vale tanto como el trofeo: "Todos los chicos estuvieron presentes, incluso los que no se equiparon, y también los padres. Eso habla del apoyo al proceso".

En su forma de conducir, el entrenador prioriza valores antes que sistemas tácticos: "Trabajo mucho el respeto al árbitro, al adversario y entre compañeros. Y sobre todo el disfrute, que entren, jueguen y se vayan satisfechos", señala. Su estilo apunta a la intensidad y al espíritu histórico del club: "Ser agresivos, ir a cada pelota con convicción, llevar el espíritu de Villa en cada partido".
Ese espíritu no es casual. Osuna juega en Villa desde los seis años y lleva más de medio siglo vinculado al club: "Todo Resistencia sabe que yo soy de Villa. Mis amigos de la vida son mis compañeros de básquet", dice con orgullo. Esa misma historia se repite en gran parte del cuerpo técnico: "El 90% de los entrenadores fueron jugadores del club. Nacieron y crecieron en Villa".
Para Osuna, ahí está la clave del éxito sostenido de las formativas. "El chico de Villa hoy es igual al de hace 50 años: quiere su club, anda con la ropa de Villa, llena la tribuna. La hinchada son los mismos jugadores del club y las chicas de la formativa", describe.
El campeonato de la U15 3 se suma así a una larga lista de logros, pero deja un mensaje más profundo: cuando la formación se apoya en pertenencia, contención y valores, el resultado termina llegando solo. En Villa San Martín, el sentido de pertenencia no se enseña: se vive.
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