Semana clave en el Congreso: Presupuesto 2026 y reforma laboral, a contrarreloj
El oficialismo acelera negociaciones para dictaminar ambas iniciativas antes del viernes. Bullrich apunta al recinto el 27 o 29 de diciembre.

El Congreso nacional entra desde hoy en una de sus semanas más intensas del año. Con el inicio formal de las sesiones extraordinarias, el Gobierno libertario se propone avanzar a toda velocidad con dos proyectos centrales: el Presupuesto 2026 y la reforma laboral, en un calendario comprimido que exige acuerdos finos y coordinación quirúrgica entre propios y aliados.
Tras el cierre de semanas marcadas por especulaciones, el oficialismo busca capitalizar el envión político posterior a las elecciones de octubre. Sin embargo, el desafío no es menor: La Libertad Avanza creció en volumen parlamentario, pero sigue sin contar con quórum propio ni mayorías automáticas en ninguna de las dos cámaras, y sin gobernadores alineados bajo su sello.
En Diputados, la prioridad absoluta es la ley de gastos. El objetivo es dictaminar el Presupuesto 2026 en un plazo de entre 72 y 96 horas, para llevarlo al recinto antes del fin de semana y girarlo rápidamente al Senado. El presidente de la Cámara baja, Martín Menem, consolidado como interlocutor directo del Ejecutivo, blindó la ingeniería interna de las comisiones que intervendrán durante este período.
Durante la jornada de hoy quedarán formalmente constituidas las comisiones de Legislación Penal y de Presupuesto y Hacienda. Ambas continuarán bajo conducción libertaria: Laura Rodríguez Machado y Alberto Benegas Lynch, respectivamente. Con esas piezas en su lugar, el oficialismo aspira a avanzar con el tratamiento del Presupuesto desde mañana, con la intención de firmar despacho y debatirlo en el recinto entre miércoles y jueves.
El apuro tiene una explicación clara: permitir que el Senado pueda iniciar su análisis el viernes y dejar la sanción final al alcance del 27 o el 29 de diciembre. Mientras tanto, la Cámara alta comenzará a moverse mañana con una reunión de Labor Parlamentaria prevista para las 11, donde los jefes de bloque definirán el recorrido de la reforma laboral.
Ese proyecto abrirá un escenario complejo. Antes del debate formal, deberán resolverse las integraciones de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda, un punto sensible en el que el oficialismo necesitará afinar acuerdos con bloques aliados. Además, la oposición ya anticipó una fuerte estrategia dilatoria: hay más de 100 pedidos de expositores, lo que anticipa plenarios extensos y debates cargados.
Pese a ese contexto, Patricia Bullrich mantiene su hoja de ruta. La jefa del bloque libertario en el Senado apuesta a firmar dictamen este viernes, un objetivo difícil pero no descartado, y llevar la reforma laboral al recinto en las mismas fechas que el Presupuesto. En paralelo, también sigue en agenda el proyecto de "inocencia fiscal", clave para el Gobierno por su impacto en la regularización de capitales.
En las últimas horas, Bullrich volvió a defender la reforma con ejemplos concretos. Citó el caso de una pyme familiar de Junín, dedicada a la venta de ropa infantil, que enfrenta un juicio laboral por 200 millones de pesos. "No es contra los trabajadores, es para quienes generan empleo y hoy están atrapados por un sistema judicial desmedido", sostuvo, y anticipó que invitará a empresarios afectados a exponer su situación en el Congreso.
A mayor cantidad de disertantes, más extensos serán los plenarios. Incluso dentro del propio oficialismo hay sectores que ven con cautela la velocidad que pretende imprimir Bullrich y apuestan a un trámite más lento. Son tensiones internas que, lejos de disiparse, reaparecen en cada discusión de alto voltaje político.
Así, el Congreso se prepara para una semana decisiva, donde cada hora contará y donde el éxito del oficialismo dependerá menos de los discursos y más de su capacidad real para ordenar mayorías, sostener alianzas y evitar que el reloj le juegue en contra.
