El fiscal Collado elevó a juicio el caso por el homicidio de Alejandro Meza
El hecho ocurrido en Machagai, será juzgado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tiene a dos imputados como partícipes del hecho.

El fiscal Penal N°1 de Sáenz Peña, Cesar Collado realizó a la requisitoria de elevación a juicio del homicidio de Alejandro Meza. Hecho ocurrido el pasado mes de mayo en la localidad de Machagai luego que el joven había sido reportado como desaparecido por sus familiares, y luego su cuerpo fue encontrado sin vida.
Explicó el fiscal Collado que, tras la adecuación de la calificación legal, se notificó a la defensa de los imputados que la causa fue elevada a juicio como homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Tras la muerte de Meza fueron detenidos e imputados Nahuel Saucedo, Cristian Saucedo (padre de Nahuel) y Luis Fernández, señalados como partícipes en el hecho que terminó con la vida del joven.
Cabe recordar que inicialmente se dictaron medidas de prisión preventiva para los tres acusados, aunque la defensa presentó oposiciones y recursos que derivaron en nulidades parciales y la necesidad de readecuar la plataforma fáctica y legal del caso. Tras nuevas indagatorias, las medidas cautelares fueron confirmadas en reiteradas instancias judiciales.
Finalmente, se dispuso el cese de prisión preventiva para Nahuel Saucedo, mientras que se ratificó la preventiva para Cristian Saucedo (padre de Nahuel) y Luis Fernández, quienes continuarán detenidos hasta el inicio del juicio. Serpa un jurado popular el que juzgue a ambos imputados.
EL HECHO
La desaparición de Alejandro Meza, de 25 años, denunciada el pasado 3 de mayo de 2025 en Machagai, tuvo un desenlace trágico, el joven fue encontrado sin vida. Por el hecho habían detenido en principio a dos personas y luego una tercera.
La investigación, coordinada por la Fiscalía N°1 de Sáenz Peña, permitió establecer que Meza fue visto por última vez en compañía de los detenidos, quienes se movilizaban en un Renault Logan. El vehículo fue secuestrado y peritado, al igual que otros elementos clave surgidos del análisis de cámaras de seguridad y registros telefónicos.
Tras la detención de los sospechosos, uno de ellos confesó haber cometido el homicidio con un arma de fuego, mientras que el otro, de 21, admitió haber colaborado en el ocultamiento del cuerpo, mientras que el tercero no había tenido participación, pero se la había vinculado en un principio. El arma utilizada, un revólver calibre .38, fue hallada en una zona rural, al igual que el cuerpo de la víctima, que fue encontrado oculto entre la vegetación en un camino rural cercano a Colonia Uriburu.
