Condenan a Rial, Ventura y América TV por el daño causado a Beatriz Salomón
La Justicia los halló responsables por vulnerar la intimidad de la actriz tras la difusión de imágenes sin su consentimiento.
Más de veinte años después de iniciada la demanda, la Justicia dictó sentencia en el histórico caso de Beatriz Salomón, la actriz fallecida en 2019, y responsabilizó a Jorge Rial, Luis Ventura y al canal América TV por los daños provocados tras la difusión de imágenes que afectaron gravemente su intimidad.
El fallo, conocido este jueves, consideró que la exposición mediática a la que fue sometida Salomón careció de justificación periodística y no respondió a ningún interés público. Según se desprende de la resolución judicial, el contenido difundido estaba completamente desvinculado de la actividad artística que le había dado notoriedad a la actriz.
La sentencia remarcó que no existió consentimiento, ni explícito ni implícito, para la emisión del material. En ese sentido, el juez sostuvo que los demandados actuaron sin autorización de la actriz, vulnerando derechos personalísimos vinculados a la privacidad y la dignidad.
En cuanto a la reparación económica, el tribunal fijó una indemnización de 400 mil pesos por incapacidad psicológica y 800 mil pesos por daño moral, alcanzando un total de 1,2 millones de pesos. No obstante, el monto deberá ser actualizado con los intereses acumulados desde el inicio del proceso judicial, lo que incrementará de manera significativa la cifra final a abonar.
El caso se originó en octubre de 2004, cuando el programa Punto Doc emitió una cámara oculta que involucraba al entonces esposo de Salomón, el cirujano plástico Alberto Ferriols, en una supuesta situación íntima con una persona trans a cambio de una intervención quirúrgica.
Salomón y Ferriols fueron invitados esa misma noche al programa Intrusos en la Noche, conducido por Rial y Ventura, sin conocer el contenido del informe que sería emitido. Durante la proyección del material, ambos fueron filmados en vivo, y esas imágenes se reprodujeron reiteradamente durante años en distintos espacios televisivos.
La actriz denunció siempre haber sido víctima de una exposición planificada y sostuvo que los conductores conocían previamente el contenido de la cámara oculta, acusación que ellos negaron de forma reiterada. Finalmente, la Justicia le dio la razón y marcó un precedente clave en materia de límites éticos del periodismo y protección de la intimidad.
