Celulares en escuelas: proyectos de regulación y la opinión de profesionales
Diario TAG consultó a especialistas sobre los pasos a seguir y cuál sería la mejor forma de llevar adelante una regulación.

El uso del celular por parte de niños y adolescentes es un tema de debate global que también ha llegado a la provincia del Chaco. En este marco, a lo largo de este año en la Cámara de Diputados fueron varios los proyectos presentados a fin de concientizar sobre el uso de dispositivos, puntualmente en el ámbito escolar. Ante ello, Diario TAG consultó a especialistas sobre los pasos a seguir y cuál sería la mejor forma de llevar adelante una regulación.
Son varios los aspectos que se discuten en cuanto al acceso desde edades tempranas a los dispositivos móviles y las redes sociales, pero sin duda su presencia en las aulas es uno de los que más relevancia tomó en los últimos tiempos. Desde la Organización Mundial de la Salud recomiendan que los menores de 2 años no tengan contacto con las pantallas, los niños de 2 a 5 años 1 hora por día máximo y los adolescentes de 1 a 2 horas.
Las propuestas presentadas plantean prohibir y regular, dependiendo del nivel educativo del que se hable. La iniciativa elaborada por el oficialismo y que cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación de la provincia, propone la prohibición en ciclo inicial y primer ciclo del primario y la restricción en niveles superiores. Además, contempla sanciones escolares en los casos de incumplimiento y una implementación inmediata de aprobarse la ley.
Por su parte, diputados justicialistas también ingresaron una propuesta similar. En este caso, incorpora además la regulación del uso de Inteligencia Artificial en el ámbito escolar.
OPINIÓN DE PROFESIONALES
Con el debate instalado, Diario TAG buscó la opinión de integrantes del Colegio de Profesionales de la Psicopedagogía del Chaco. En este caso, las licenciadas Elena Speroni (MPU N 005), ) Susana Aguirre (MPU N 022) y Carolina Pérez (MPU N 142) brindaron su análisis sobre la situación.
En primer lugar, consideraron necesario que la restricción sea matizada, buscando el equilibro "que maximice los beneficios educativos y minimice las distracciones, adaptándose a la etapa de desarrollo de los estudiantes y al contexto específico de cada institución".
A su vez, aceptaron que "el uso excesivo de celulares en las aulas es un problema extendido" y detallaron que, según el informe PISA, en Argentina un 46% de estudiantes se distraen por dispositivos. De la misma forma, explicaron que en edades del ciclo primario el riesgo de distracción es mayor y genera efectos más pronunciados en la concentración y el desarrollo de habilidades sociales, sobre todo en la interacción cara a cara.

Otro de los efectos negativos se relaciona con el ciberacoso por redes entre compañeros, lo que impacta en la autoestima y la salud mental. También mencionan el riesgo del uso de celulares para copiar en exámenes o plagiar trabajos, vulnerando las normas escolares.
Por otro lado, rescatan algunos usos positivos, ya sea como herramienta para la investigación y la búsqueda de información, así como para actividades interactivas que promueven la participación y el aprendizaje activo, como cuestionarios en línea o aplicaciones educativas.
Ante este panorama, las especialistas consideran adecuada una restricción total de dispositivos en el nivel primario y una regulación más flexible en el secundario.
En este proceso, las autoridades del Colegio de Profesionales de la Psicopedagogía recomendaron que las restricciones se den en el marco de un consenso con docentes, padres y estudiantes; que se apliquen de forma progresiva y que incluya momentos específicos, permitiendo el uso de celulares en recreos o para actividades pedagógicas supervisadas.

De la misma forma, plantearon la necesidad de avanzar en capacitaciones sobre el uso responsable de la tecnología y la alfabetización digital, tanto para docentes como estudiantes, y también elaborar aplicaciones o sistemas que permitan a los docentes controlar y monitorear el uso de los dispositivos durante las clases.
"La medida debe ser un punto de partida para fortalecer la atención, la interacción social y el pensamiento crítico, en lugar de ser una prohibición aislada. El éxito dependerá de un enfoque educativo que aborde las causas del uso excesivo y ofrezca herramientas y estrategias alternativas para un desarrollo integral del estudiante", concluyeron.
