Cayó "Cachorra", la viuda negra chaqueña que mató a un hombre que se enamoró de ella
La mujer de 29 años está acusada del homicidio de un ex combatiente de Malvinas de 60 años que se enamoró de ella hace un año. Fue detenida en el partido de Lanús, dos meses después de que detuvieran a su cómplice.
Micaela "Cachorra" Vargas, oriunda del Chaco, fue detenida después de estar más de un año prófuga y es señalada como la principal implicada en el asesinato de un hombre de 60 años en un departamento del barrio porteño de Constitución. Su captura se concretó en las últimas horas en Lanús, durante un operativo de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes.
Vargas, de 29 años, era buscada por la Justicia porteña en una causa que instruye el juez Martín Yadarola, quien la acusa de haber actuado en complicidad con su pareja, Leonardo Díaz , que fue detenido el pasado 1 de noviembre en Resistencia y que se encuentra en prisión preventiva por homicidio agravado por alevosía y ensañamiento.
La mujer, nacida en territorio chaqueño, había logrado evadir a las fuerzas de seguridad desde junio del año pasado. Tras una serie de vigilancias encubiertas, los investigadores lograron ubicarla en una vivienda ubicada sobre la avenida 9 de Julio, entre Pergamino y Luján, en Lanús. Esperaron a que saliera del domicilio y allí concretaron la detención.
Según fuentes del caso, Vargas mantenía vínculos intermitentes en el AMBA, lo que dificultó su rastreo. La hipótesis policial apunta a que utilizó apoyos ocasionales y frecuentes cambios de domicilio para mantenerse oculta durante más de un año. Su traslado ya fue puesto a disposición del juzgado interviniente.
El crimen que la dejó en la mira de la Justicia
El 5 de junio de 2024, José —excombatiente de Malvinas y trabajador de una cochera— fue hallado muerto en el baño de su departamento de la calle San Juan al 1300, con siete puñaladas en el cuello. De acuerdo con la investigación, "Cachorra" Vargas habría mantenido con él una relación oculta y le habría mentido sobre su edad para ganarse su confianza. Una vez logrado el vínculo, habría ingresado junto a Díaz al departamento para atacarlo y robarle las llaves.
Los vecinos relataron que ese día se escuchó un grito cercano a las 17 horas, aunque nadie imaginó que provenía del interior del edificio. Más tarde, una filtración de agua alertó a una vecina, y al ingresar al departamento encontraron todo a oscuras y el baño cubierto de sangre.
El caso no cuenta con registros fílmicos: no había cámaras en la cuadra ni en el edificio, y un domo cercano estaba fuera de funcionamiento. La falta de imágenes complicó la reconstrucción inicial del hecho, pero los investigadores sostienen que el móvil habría sido económico, luego de analizar la situación financiera de la víctima.
