Pedro Teruel en su homenaje en la Legislatura: "Solo transmití lo que me enseñaron"
Luego de ser homenajeado por la Legislatura Chaqueña, el reconocido periodista y fundador de Diario TAG, escribió una carta de agradecimiento por la distinción y recordó parte de su trayectoria.

La Legislatura del Chaco reconoció este martes la trayectoria del periodista Juan Pedro Teruel, quien cumple 50 años de ejercicio profesional, un recorrido que lo convirtió en una de las voces más influyentes y constantes del periodismo provincial.
La iniciativa parlamentaria aprobada en la última sesión legislativa fue presentada por el diputado Samuel Vargas, con el acompañamiento de sus pares Carmen Delgado, Sebastián Lazzarini, Carim Peche, Carlos Salom, Maida With, Laura Bisonni, Ernesto Blasco, Silvina Canteros Reiser y Francisco Romero Castelán.
La ceremonia lo emocionó desde el primer momento: "Mi agradecimiento por este acto será eterno", expresó en su discurso, destacando especialmente a los legisladores que promovieron el homenaje y el acompañamiento de su familia y amigos.

Teruel siempre repite que nunca pensó en construir un legado. Empezó muy joven, casi de casualidad, y la urgencia diaria del oficio lo empujó más a trabajar que a formular teorías sobre su propia trascendencia. "En realidad, jamás se me pasó por la cabeza que debía forjar un legado. Me preocupé por hacer, por construir, por corregir mis errores, por transmitir lo que otros me enseñaron", recuerda hoy.

De Sáenz Peña a los medios que marcaron una época
Nacido en Presidencia Roque Sáenz Peña, su primer contacto con el micrófono fue en LT16, por entonces la única radio de la ciudad. Desde ese pequeño estudio empezó a narrar la vida local, a observar la realidad y a desarrollar una forma de trabajo que, con los años, se volvió su sello: rigurosidad informativa, reconocimiento del error cuando ocurría y un compromiso firme con el interés general.
Luego llegaron las colaboraciones en El Territorio y su llegada al Diario Crisol, donde Manuel Edgardo Bordón lo formó en el oficio. Esa etapa, asegura, fue decisiva para todo lo que vendría: el ritmo de una redacción, la ética del periodista y el concepto de responsabilidad pública en cada nota.

En los años previos al retorno democrático intentó abrirse camino en Buenos Aires y trabajó en Editorial Perfil, pero la apertura política de 1983 lo hizo volver al Chaco. Allí no solo consolidó su profesión sino que, como él mismo recuerda, conoció a personas que lo acompañarían el resto de su vida. "Vaya si es importante mantener amigos por cuatro décadas", señala con una sonrisa.
Su llegada al Chaco y sus primeros pasos en el periodismo provincial
En los años 90, ya radicado en Resistencia con su familia, trabajó durante años en la Legislatura Chaqueña, la misma institución que hoy lo homenajea. Es un retorno simbólico que lo conmueve: volver al lugar donde pasó tantas jornadas laborales, pero ahora recibiendo un reconocimiento por su camino recorrido.
Después llegó uno de sus desafíos más grandes: la fundación del diario Primera Línea. El proyecto no prosperó como esperaba, algo que Teruel reconoce sin dramatizar. "Ya no era tiempo de medios en papel", admite, aunque destaca que lo aprendido allí en materia empresarial resultó clave para sus emprendimientos futuros.
Y esos emprendimientos cambiarían para siempre el mapa informativo de la provincia. Así nacieron Diario Chaco y, años después, Diario TAG, dos medios que marcaron un antes y un después en la comunicación digital chaqueña. El más joven de sus hijos, Ayrton, hoy dirige ambos proyectos, confirmando que la semilla familiar quedó plantada. "Los tres eligieron su camino con libertad, tal como me criaron mis padres", remarca Teruel.

La ética del error, las redes y el espejo
A lo largo de su carrera escribió miles de notas. Fue testigo, cronista y a veces protagonista involuntario de debates, tensiones y cambios profundos en la vida pública chaqueña. De ese largo camino se queda con algo: "Fui responsable informativamente. Seguramente cometí errores, pero nunca hubo real malicia. Jamás negué una fe de erratas".
También reflexiona sobre un fenómeno reciente que, asegura, desafía al periodismo serio: el anonimato agresivo de las redes sociales. Teruel considera que hay una injusticia de origen entre los medios profesionales —regulados, visibles, sometidos al escrutinio público— y quienes insultan desde perfiles sin identidad real. "En las redes se degrada a las personas, se las acusa sin pruebas y nadie puede identificar al responsable para exigir un desagravio. Es un problema que todavía falta resolver", afirma.

En este homenaje, Teruel dedica un párrafo especial a los actuales responsables de la gestión pública. Los alienta a actuar sin miedo, sin esperar "el momento político adecuado". "Detenerse por prudencia excesiva es postergar no solo los sueños personales, sino las necesidades de la sociedad que les confió el cargo", plantea.
También destaca el rol de los medios serios como espacio de debate y soluciones, diferenciándolos de quienes "solo buscan defenestrar desde el anonimato".
A los 50 años de profesión, Teruel puede mirar hacia atrás con serenidad. "Entonces, mi legado es éste: poder mirar en retrospectiva mi vida y sonreír satisfecho", asegura y cierra: "Se que dejo algo. Le evaluación queda en cada uno".

