Un embargo de $ 200 millones deja al borde del cierre al histórico restaurante Piegari
El dueño del mismo advirtió que dicho embargo se dio tras un fallo laboral que dejó al restaurante sin capacidad de pago y en riesgo de cierre.
El emblemático restaurante Piegari atraviesa uno de los momentos más críticos de sus más de tres décadas de historia. Su propietario, el empresario gastronómico Alberto Chinkies, denunció que un fallo laboral de primera instancia y un embargo preventivo por más de 160 millones de pesos dejaron a la empresa sin posibilidad de afrontar sueldos, aguinaldos y compromisos operativos, poniendo en riesgo el empleo de más de 100 trabajadores.
El conflicto se originó en un juicio iniciado por un antiguo empleado que trabajó en el restaurante durante más de dos décadas. Según relató Chinkies, el trabajador —que comenzó como mozo— dejó de presentarse a trabajar durante la pandemia de COVID-19 y no respondió a los llamados del empleador para retomar la actividad en condición de esencial. "Nunca nos contestó un mensaje, nunca hizo nada, y un día, como ya no venía y había pasado mucho tiempo, lo despedimos con causa. Por abandono de tarea", explicó.
Pese a esa versión, la jueza de primera instancia falló completamente a favor del exempleado, otorgándole una indemnización que, según el dueño de Piegari, incluso superó el monto reclamado originalmente. La sentencia, que supera los 200 millones de pesos, fue calificada por Chinkies como "imposible de abonar" para una pyme gastronómica. Si bien manifestó su intención de apelar, hasta el momento no se había formalizado la presentación ante la Cámara.
A la gravedad del fallo se suma un embargo preventivo sobre todas las cuentas del empresario, por un total de 160 millones de pesos. "Me embargaron todas las cuentas de todos los bancos. Explíqueme cómo hago ahora para pagar al personal, los aguinaldos, los proveedores. ¿Cómo hago?", se preguntó con angustia.
El embargo dejó a la empresa sin liquidez para operar, comprometiendo su capacidad de cumplir con sus obligaciones salariales y de funcionamiento básico. Según Chinkies, la continuidad del restaurante en los próximos meses está directamente amenazada. "¿Qué tenemos que hacer? ¿Cerrar? Hace más de 30 años que estamos trabajando, que tenemos un restaurante prestigioso, con más de 100 personas", lamentó.
