Bogado: "La mataron, la quemaron y creyeron que su poder los haría impunes"
Con esta frase, el fiscal Bogado inició el alegato del Equipo Fiscal Especial en la cuarta audiencia del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski

Juan Martín Bogado, parte del Equipo Fiscal Especial que llevó adelante la investigación por el femicidio de la joven, fue contundente al iniciar su alegato. "La mataron, la quemaron y creyeron que su poder los haría impunes", dijo al comenzar.
En primer lugar, sostuvo que Cecilia "era una joven que creía en el amor, confiaba en las personas y quería un mundo mejor" y que "tuvo la desgracia de cruzarse con las personas equivocadas".
Apuntando a la familia Sena, el fiscal los señaló como "personas violentas, que la despreciaron, la engañaron y, cuando se dieron cuenta de que no podían controlarla —porque ella no era como ellos—, decidieron quitarla del medio".
En este sentido, el letrado buscó dejar en claro que la muerte de Cecilia fue producto de un plan premeditado. "Cecilia no quería ser piquetera. Cuando se enteraron de que Cecilia y César se habían casado, pasó a ser una amenaza para el imperio político, pero fundamentalmente económico que la familia Sena había construido. A partir de ese desencuentro comenzó a gestarse la idea de un único objetivo: matarla y hacerla desaparecer. Para ello, le tendieron una trampa".
Seguidamente, relató detalladamente lo sucedido desde el 2 de junio, última vez que se vio a la joven con vida, y los días posteriores, explicando la participación de cada uno de los imputados en el crimen.

RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS
Desde el Equipo Fiscal expusieron ante el jurado una detallada reconstrucción de lo sucedido y cómo fue el femicidio de Cecilia.
Bogado indicó que el viernes 2 de junio de 2023, por la mañana, tanto Emerenciano Sena como Marcela Acuña salieron de su domicilio en José María Paz 1460 entre las 8 y 9.15 de la mañana con la intención de dejar "la casa como un lugar seguro para que César Sena cometiera el homicidio de Cecilia".
La pareja llegó "tres minutos después de la salida de Marcela Acuña". Sobre el momento del crimen, el fiscal estimó: "Entre las 10:00 y las 10:46, aproximadamente, Cesar Sena, valiéndose del poder económico y emocional que ejercía sobre Cecilia, la asesina en una de las habitaciones de la planta baja de esa casa".
A su vez, remarcó dos puntos que habrían resultado de la investigación. En primer lugar, que la víctima "ingresó engañada" creyendo que viajaría junto a César a otra provincia por un proyecto laboral y que "Cecilia se defendió, luchó por su vida", mencionando que el principal imputado presentaba rasguños en el cuello y en la parte interna de su brazo derecho.
Luego de haber cometido el crimen, Cesar se retiró y fue al barrio donde habitualmente sus padres desarrollaban sus tareas, en la zona sur de la ciudad. Cerca del mediodía, los tres regresaron a la residencia donde "ponen en marcha la segunda parte del plan: hacer desaparecer el cuerpo de Cecilia y borrar cualquier rastro del mismo", manifestó Bogado.
En ese momento, comenzaría la participación de los demás imputados en el juicio y colaboradores de la familia. "Ustedes van a ver en este juicio cómo Cecilia entra con vida a la residencia familiar y cómo sale junto con la basura de la casa", relató el fiscal.
Primeramente, Gustavo Obregón y Fabiana González habrían acudido al domicilio en horas de la tarde. Mientras el primero habría ayudado a César a trasladar el cuerpo, González limpió durante varios días la presunta escena del crimen. Mencionó que incluso llegó a retirar y donar muebles y elementos que tenían manchas de sangre que serían de Cecilia.
El cuerpo de la joven había sido trasladado ese mismo viernes, en la camioneta de Sena, cubierto con bolsas de basura, hasta Campo Rossi. "Una vez dentro del campo, queman el cuerpo de Cecilia", detalló Bogado. Al respecto, agregó: "Antes de retirarse del campo, Obregón y Sena dieron instrucciones a los caseros, Reinoso y Melgarejo, para que mantuvieran el fuego encendido".
El relato continúa el día 6, cuando César Sena y Obregón se habrían dirigido a Campo Rossi y "utilizando palas, juntaron los restos de Cecilia, lo que había quedado de Cecilia: pura ceniza, huesos fragmentados", dijo Bogado.
Según el fiscal, luego fueron a la vera del río Tragadero para deshacerse de las bolsas. Más tarde, también habrían ido hasta la última calle del barrio Emerenciano, para quemar el bolso, el celular y otras pertenencias de Cecilia. Ese mismo día, tanto César como Marcela cambiaron sus teléfonos.
"El relato que van a escuchar dirá que Cecilia está desaparecida, que Marcela Acuña fue una madre desesperada por proteger a su hijo. Pero no. Cada uno de ellos sabía perfectamente lo que hacía. Fueron piezas fundamentales en un rompecabezas macabro", remarcó Bogado.
