Pérez Pons cuestiona el Presupuesto 2026: "Promesas sobre papel, realidades inciertas"
El diputado del Frente Chaqueño cuestionó los números presentados por el oficialismo para 2026, a días de que el proyecto se presente ante la Legislatura provincial, y expresó su preocupación por el impacto que podría tener en los trabajadores.

El Presupuesto no es solo una ley más: es el corazón de la política económica de un gobierno, la expresión de sus prioridades y de su visión de futuro. Por eso, analizar el proyecto provincial para 2026 no puede hacerse sólo con la calculadora en la mano, porque detrás de cada número hay decisiones que definen el trabajo, los salarios y el futuro de millones de chaqueños.
El proyecto que presentó el gobernador Leandro Zdero parte de una lógica preocupante: ajustar sin transformar. En los papeles promete equilibrio fiscal, pero en la realidad es un presupuesto "dibujado", sostenido sobre supuestos irreales y fondos que ni siquiera están garantizados.
El propio Gobierno proyecta un superávit de apenas +0,004%, un margen tan delgado que para lograrlo sobreestima ingresos por más de 100.000 millones de pesos y confía en transferencias nacionales que no están confirmadas. Es decir, un equilibrio que depende de la suerte más que de la gestión.
En tanto, está previsto que el próximo lunes, el ministro de Hacienda y Finanzas del Chaco, Alejandro Abraam, lleve oficialmente el proyecto a la Legislatura provincial. Será una oportunidad clave para que el Gobierno explique, con claridad y fundamentos, cómo piensa sostener un equilibrio tan frágil, qué medidas tomará frente a la caída de los recursos nacionales y, sobre todo, cómo planea evitar que el ajuste vuelva a recaer sobre los trabajadores y las obras que necesita la provincia.
Algo poco probable, si tenemos en cuenta que para el 2026 las partidas que podrían impulsar el desarrollo, como la inversión en obra pública, siguen en caída. La Inversión Real Directa, que es la plata que se convierte en rutas, viviendas, escuelas u hospitales, cae 45% en términos reales respecto de 2023.
Recordemos que entre 2021 y 2023 se terminaron más de 1.300 obras en la Provincia, y más de 200 quedaron en ejecución; sin embargo hoy la mayoría están paralizadas. Cada peso que se deja de invertir en obra pública es un empleo menos, una PyME menos activa y un barrio que sigue esperando progreso.
El gobierno habla de orden, pero cuando se recorta la inversión en infraestructura y desarrollo, en realidad se está frenando el crecimiento.
Salarios e inflación: cuando los números cierran, pero la calidad de vida de los chaqueños no
El otro gran perdedor de este presupuesto son los trabajadores. El propio Gobierno reconoce que los salarios crecerán apenas un 10,9%, frente a una inflación prevista del 16,4% y una proyección del Banco Central cercana al 20%.
Sin cláusula gatillo, sin política salarial y sin planificación, el resultado es inevitable: los sueldos perderán poder de compra y el salario real se derrumbará.
A esto se suma un dato que expone la matriz inconsistente del Gobierno: en dos años, Zdero aumentó más de 6.500 cargos en el Estado, la mayoría en ministerios y secretarías políticas, mientras el empleo privado cayó un 10%.
No construyen futuro, sino que administran la escasez
El Presupuesto 2026 ajusta sobre quienes menos tienen, congela los salarios y frena la inversión pública que motoriza el desarrollo. Es un presupuesto que busca mostrar orden, pero a costa de desordenar la vida cotidiana de las familias chaqueñas.
Porque el verdadero equilibrio no se logra en una planilla de Excel: se alcanza cuando las cuentas cierran con la gente adentro, no cuando el ajuste se disfraza de gestión.
