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Murió "Charrúa": un guacamayo rojo que fue herido con una gomera en Corrientes

Esta ave es uno de los nacidos en libertad en el Parque Iberá, en Corrientes.

Guacamayo rojo-

La Fundación Rewilding Argentina confirmó la muerte de Charrúa, uno de los tres guacamayos rojos nacidos en libertad en el Parque Iberá, tras recibir el impacto de una gomera en cercanías de Concepción del Yaguareté Corá.El ave fue hallada con una grave fractura en un ala y, pese a los esfuerzos veterinarios, falleció cuatro días después.

El hecho generó una profunda conmoción entre los habitantes del Iberá y el equipo de conservación, ya que Charrúa representaba el retorno de su especie a los cielos correntinos después de 150 años. El proyecto de reintroducción del Ara chloropterus, impulsado desde 2015 por Rewilding Argentina junto a la provincia de Corrientes y la Administración de Parques Nacionales, había logrado que en 2023 nacieran en libertad los ejemplares Charrúa, Pampa y Toba.

Murió "Charrúa": un guacamayo rojo que fue herido con una gomera en Corrientes

Durante los últimos meses, los tres guacamayos juveniles volaron más de 350 kilómetros, recorriendo localidades como Villa Olivari, Isla Apipé, Loreto, Carlos Pellegrini y Concepción, lo que despertó orgullo y esperanza en cada comunidad. Sin embargo, el 29 de septiembre, la ilusión se truncó cuando Charrúa fue hallado herido por un proyectil compatible con una gomera.

A pesar de la atención recibida en el Centro de Conservación Aguará, el daño causado por el impacto resultó irreversible. La Fundación Rewilding Argentina presentó una denuncia judicial para identificar al responsable del ataque, que constituye una violación a la Ley Provincial Nº 6557, por la cual el guacamayo rojo fue declarado Monumento Natural Provincial en 2021.

El guacamayo rojo cumple un papel clave en los ecosistemas del litoral, actuando como dispersor de semillas y regenerador de bosques nativos. Además, su presencia impulsa el ecoturismo y fortalece el desarrollo económico de las comunidades rurales del Iberá, que desde hace años colaboran activamente en la protección de la fauna reintroducida.

"Detrás de la aventura de estos tres hermanos hay mucha gente que los acompañó, los cuidó y nos avisó dónde estaban. También hubo una familia que intentó salvar a Charrúa, y eso nos da esperanza", expresó Marianela Masat, coordinadora del proyecto de reintroducción. La muerte de Charrúa, el primer caso de deceso intencional en diez años de trabajo, renueva el llamado a profundizar la protección de la biodiversidad y promover una convivencia respetuosa con la naturaleza.

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