La sobrina del hombre atropellado pide justicia y alerta sobre los "wileros"
El accidente se produjo el sábado en inmediaciones al aeropuerto de Sáenz Peña. Tras el impacto, los motociclistas huyeron del lugar.

Patricia, sobrina de Jorge Orlando Barraza, el jornalero de 65 años que fue atropellado por un motociclista menor de 13 años que realizaba maniobras peligrosas y fue abandonado en el lugar del hecho, expresó su indignación y preocupación por la situación. El accidente ocurrió el sábado en inmediaciones del aeropuerto local.
Sobre el estado de salud de su tío dijo Patricia que "tiene lagunas, perdió el conocimiento. El chico lo arrastró varios metros. La bicicleta no estaba en buen estado, pero le servía para trabajar".

La mujer explicó que la víctima está ahora bajo su cuidado, ya que las heridas sufridas son graves y tendrá como un año para recuperarse totalmente.
"Hay que tomar conciencia", dijo la mujer porque "con este tipo de acciones lo que hacen es dañar a personas inocentes, trabajadoras, honestas, como mi tío. Ahora, él tiene para más o menos un año para recuperarse".
Barraza vivía de la venta diaria de sus verduras, de leña, de carbón; era su único sustento y ahora ya no lo puede hacer. Es por eso que solicitó colaboración a la comunidad en general para la compra de medicamentos para su tío, alimentos y también para su recuperación, ya que hasta el momento ninguno de los padres de los menores involucrados en el accidente ha tomado contacto con el hombre accidentado.
Dejo un teléfono para que la gente pueda colaborar con ellos; "cualquier ayuda es bienvenida", dijo Patricia al dejar su número de contacto 3644370433, con domicilio en calle 40 entre 11 y 13 del barrio Gines Benítez.
Patricia hizo un fuerte llamado a la responsabilidad de los padres y cuestionó la entrega de motos a menores: "Estamos hablando de tres menores de trece años manejando una moto grande. ¿Por qué les das algo así si saben del peligro? Es como darle un arma a un niño".
Asimismo, destacó el impacto del accidente en su familia y la falta de conciencia de quienes lo provocaron: "Están dañando personas que trabajan día a día para sostenerse". Padres, observen dónde están sus hijos y con quién están. Esto no es un juego, no es un juguete".
Pidió a los padres de los jóvenes y de menores involucrados en este hecho que "no le den una moto a una criatura que tendría que estar estudiando, haciendo un curso o un deporte sano". No es un juego hacer picadas o "wileros" todos los días".
