Triple crimen en Florencio Varela: buscan a "Pequeño J" y a su mano derecha
Por el triple femicidio, la Justicia ordenó la captura nacional e internacional de "Pequeño J", señalado como el autor intelectual del brutal crimen y de su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, de 28 años.
En el marco de la investigación por el brutal triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, que terminó con las vidas de Brenda Del Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15), la Justicia ordenó la captura nacional e internacional de M.O., un hombre de 28 años, considerado el principal colaborador de "Pequeño J", un narco peruano de 23 años que habría ordenado la tortura y el asesinato de las tres mencionadas.
Según los investigadores, M.O. es un eslabón clave dentro de la organización criminal, ya que habría participado en la planificación del crimen: desde la trampa que llevó a las víctimas a la casa donde fueron asesinadas hasta la presunta transmisión en vivo del ataque, que habría sido un mensaje mafioso dirigido a un miembro de la propia banda de "Pequeño J".
Los cuerpos de las jóvenes fueron hallados enterrados en el patio de una vivienda en Florencio Varela, lugar donde la policía detuvo a D.I.I, de 19 años, y M.A.P., de 18, cuando intentaban limpiar la escena.
Más tarde, también aprehendieron a M.C.G.G., de 28, y M.A.V.S., de 27, en un hotel de alojamiento cercano. Estas dos parejas, una argentina y otra peruana, fueron imputadas por homicidio agravado y permanecen detenidas en el penal de Melchor Romero, bajo prisión preventiva. En el día de ayer, todos los imputados se negaron a declarar.
El fiscal de La Matanza, Gastón Duplaá, quien encabezó la investigación antes de ceder el caso a su colega Adrián Arribas, sostiene que las tres víctimas no eran el objetivo final, sino que habrían sido utilizadas como instrumento para enviar un mensaje a un supuesto traidor dentro de la banda. Se cree que esta persona fue testigo de los asesinatos a través de una transmisión en vivo.
El búnker del líder narco fue allanado este jueves en el barrio porteño de Barracas, donde la policía encontró trampas electrificadas y un mensaje intimidante dirigido a las fuerzas de seguridad.
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