Negociadores policiales: la voz que busca salvar vidas en situaciones límite
El subcomisario Cristian Ramírez, jefe de la División Negociación Policial del Chaco, explica cómo trabajan en crisis de distinta complejidad y qué herramientas utilizan para lograr que una persona deponga su actitud.

La noticia de la menor de 14 años que ingresó armada a una escuela en Mendoza y pudo ser disuadida tras cinco horas de negociación volvió a poner en agenda el rol clave de los negociadores policiales. En el Chaco, la división especializada depende de la Dirección General de Abordaje Territorial y está encabezada por el subcomisario Cristian Alejandro Ramírez, quien dialogó con Diario TAG sobre cómo se enfrenta una crisis cuando hay vidas en riesgo.
"Nosotros como negociadores nos consideramos portavoces de las autoridades en situaciones de crisis. Intervenimos en casos de baja, media o alta complejidad y nuestra única herramienta es el diálogo", explica Ramírez.
Tipos de intervención
Según el jefe de la División, las crisis se dividen en distintos niveles:
· Baja complejidad: una persona atrincherada sin armas, por ejemplo, tras una multa de tránsito.
· Media complejidad: alguien que amenaza con una garrafa o intenta atentar contra su vida.
· Alta complejidad: sujetos armados con armas de fuego, blancas o tomas de rehenes.
En todos los casos, el negociador es el único canal de comunicación entre la persona en crisis y la fuerza de seguridad.
El diálogo como única herramienta
"No usamos armas ni dispositivos, solo el diálogo. Intentamos destrabar cualquier situación escuchando y utilizando herramientas comunicativas. Lo que buscamos es que la persona baje sus niveles de estrés, recupere la racionalidad y finalmente deponga su actitud", detalla Ramírez.
El subcomisario explica que cada caso se evalúa según la edad, contexto social, consumo problemático o salud mental, aunque muchas veces esa información no está disponible y se trabaja sobre el momento. "En general, todas las personas en crisis tienen necesidades no escuchadas. Nosotros tratamos de llegar a esa necesidad, de darle voz para que sienta que alguien lo atiende", agrega.
Casos resonantes en el Chaco
La División Negociación Policial tuvo intervenciones claves en los últimos años por citar algunos ejemplos:
· Barrio Toba (6 de septiembre de 2023): un joven con consumo problemático tomó de rehén a una trabajadora del Centro de Prevención de Adicciones, colocándole un cuchillo en el cuello. Tras varias horas de tensión, la víctima fue liberada sin heridas y el agresor fue trasladado en ambulancia.

· Resistencia (mayo de 2021): un hombre secuestró a su expareja y la mantuvo cautiva en un departamento de avenida Hernandarias. Tras la negociación policial, la mujer fue liberada. Minutos después, el agresor se quitó la vida frente a familiares.

Ambos episodios muestran la alta carga emocional y el riesgo que atraviesan tanto las víctimas como los negociadores en cada situación.
Indicadores de progreso y violencia
Ramírez destaca que existen señales que marcan el rumbo de la negociación: el indicador de progreso: que la persona hable, dialogue y baje sus niveles de estrés. Por otro lado el indicador de violencia inminente: gritos, disparos, cortes de comunicación o agresividad sostenida.
En casos de alto riesgo, los negociadores trabajan junto al COE, que brinda protección balística mediante un escudo mientras se mantiene el diálogo.
"Es un proceso largo"
Respecto a la duración de los operativos, el subcomisario explica que para la ciudadanía puede parecer excesivo que una negociación dure cinco o seis horas. Sin embargo, aclara:
"Ese tiempo es normal. Hay que escuchar, dejar que la persona se exprese y permitir que baje su nivel de ansiedad. A medida que pasan las horas, aparece el desgaste y muchas veces ellos mismos empiezan a preguntarse qué están haciendo".
El trabajo de los negociadores es lento, silencioso y vital. Su éxito no se mide en detenciones, sino en vidas salvadas y en la capacidad de transformar el diálogo en la herramienta más poderosa frente a la violencia y la desesperación.
