Periodista
El riesgo del alcohol durante el embarazo: "Afecta de por vida al bebé, no hay cura"
El obstetra Martín Sánchez y la pediatra Lara Fernández de Oliveira explicaron a Diario TAG que el Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal provoca daños irreversibles y que la única forma de evitarlo es la abstinencia total de alcohol en el embarazo.
Cada 9 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF), una jornada destinada a sensibilizar sobre los riesgos irreversibles que genera la exposición prenatal al alcohol en el desarrollo fetal. La fecha elegida, el "9 del 9", simboliza los nueve meses de embarazo.
El TEAF engloba un conjunto de anomalías físicas, cognitivas, conductuales y neurológicas ocasionadas por el consumo de alcohol durante el embarazo. La forma más grave es el Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), que afecta de por vida a quienes lo padecen.
El médico obstetra Martín Sánchez (MP 7411) explicó a Diario TAG: "El trastorno es producto del alcoholismo en la mamá embarazada. Genera alteraciones físicas, cognitivas y conductuales en el recién nacido. No existe una cantidad segura de alcohol durante el embarazo: incluso una lata de cerveza puede provocar consecuencias. Lo más grave es que no hay cura ni tratamiento, el daño es de por vida".
El especialista recalcó que la detección temprana es clave: "Desde el nacimiento se pueden realizar estudios y entrevistas a la madre para evaluar antecedentes de consumo. Esto permite predecir complicaciones y organizar un seguimiento pediátrico. Lo que vemos muchas veces es bajo peso al nacer, retrasos madurativos, dificultades en el aprendizaje e incluso enfermedades cardíacas o renales".
Por su parte, la médica pediatra Lara Fernández de Oliveira (MP 7669), quien trabaja en la sala de internación del Hospital Pediátrico, señaló: "Cuando seguimos a pacientes con retraso en el crecimiento, microcefalia o trastornos en el aprendizaje, uno debe sospechar del TEAF. El alcohol está normalizado socialmente, por eso muchas madres niegan su consumo. El problema es que no depende de la cantidad ni del tiempo de exposición, cualquier consumo puede generar este trastorno".
La pediatra remarcó que el diagnóstico no es inmediato, ya que en ocasiones se confunde con enfermedades genéticas y requiere estudios más prolongados. También subrayó el vínculo del TEAF con la falta de educación, los controles prenatales insuficientes y la vulnerabilidad socioeconómica: "Para muchas personas es normal tomar alcohol todos los días, y eso refleja un problema cultural y social que también debemos atender".
En el marco de esta jornada, los especialistas insisten en un mensaje clave: el TEAF es prevenible, pero no tiene cura. La única forma de evitarlo es la abstinencia total de alcohol durante el embarazo.
