Diputados rechazó el veto de Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad
Esto significó otro golpe al gobierno previo a las elecciones bonaerenses y a dos meses de las nacionales. Buscan anular los otros tres vetos.

La oposición logró, en la Cámara de Diputados, rechazar el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad, que había sido objetado por el gobierno de Javier Milei debido al gasto fiscal que presenta el mismo.
La insistencia sobre la norma obtuvo 172 votos afirmativos, contra 73 negativos y 2 abstenciones, superando ampliamente la mayoría especial de dos tercios requerida.
El proyecto, que había sido aprobado previamente con amplio consenso, establece una actualización automática de aranceles de prestaciones por inflación y la creación de una pensión no contributiva equivalente al 70% del haber mínimo.
La Casa Rosada, sin embargo, decidió vetarla alegando que implicaba un gasto equivalente al 6% del PBI, algo que fue desmentido durante el debate por legisladores como Pablo Juliano (Democracia para Siempre), quien aseguró que el costo real es de apenas el 0,03% del producto.
Horas antes de que comenzara la sesión, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó desactivar el conflicto anunciando por redes sociales que el Gobierno evaluaba un aumento en las prestaciones para personas con discapacidad. Afirmó que el Ejecutivo busca "priorizar la atención" en ese sector, pero el gesto no logró frenar el rechazo al veto ni la cohesión opositora.
La sesión, que forma parte de una maratónica jornada impulsada por la oposición para tratar varios vetos presidenciales, comenzó con una dura derrota para el oficialismo. Martín Menem, presidente de la Cámara, recordó que era necesario el apoyo de dos tercios de los diputados tanto para habilitar el tratamiento como para rechazar el veto. Ambas condiciones fueron cumplidas con holgura.
Además de los bloques tradicionales de la oposición, el rechazo al veto contó con votos clave de espacios que hasta hace poco eran aliados del gobierno. El bloque Innovación Federal, que responde a los gobernadores de Salta, Misiones y Río Negro, aportó media docena de votos fundamentales.
También se sumaron los diputados del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Oscar Zago y Eduardo Falcone. Zago fue jefe del bloque de La Libertad Avanza al inicio del gobierno de Milei, pero se distanció tras enfrentamientos con Menem.
Incluso dentro del PRO hubo fracturas: cuatro legisladores cercanos a Horacio Rodríguez Larreta —Héctor Baldassi, Álvaro González, Sofía Brambilla y Ana Clara Romero— votaron junto con la oposición a pesar de los acuerdos políticos con Milei en CABA y la provincia de Buenos Aires.
Este revés parlamentario deja en evidencia las crecientes tensiones entre el oficialismo y distintos sectores del Congreso, incluidas algunas provincias, debido al reparto de fondos y el armado electoral liderado por Karina Milei. Para los libertarios, fue una señal de alarma: el bloque violeta empieza a mostrar grietas y el margen de maniobra legislativo se reduce.
Desde la oposición, Juliano reclamó: "Me cuesta imaginar el futuro de la Argentina sin los argentinos que hoy están sufriendo. El Presidente nos dice hasta genocidas y golpistas, pero no explica cómo una medida que cuesta 0,03% del PBI puede ser vetada por supuestamente romper el equilibrio fiscal".
Por su parte, el diputado libertario Santiago Santurio defendió el veto advirtiendo: "Si rompemos el superávit, vamos a terminar haciendo más kirchnerismo. El kirchnerismo está dispuesto a prender fuego el país para gobernar sobre las cenizas, pero no lo vamos a permitir".
La decisión ahora pasará al Senado, donde también será necesario alcanzar los dos tercios para anular definitivamente el veto presidencial.
Además, la Cámara de Diputados de la Nación tratará la anulación de los vetos de las leyes sancionadas en el Senado: el aumento a las jubilaciones, la moratoria previsional y la asistencia a Bahía Blanca.
