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Día del zurdo: creatividad, genética y salud desde la mirada de un neurocirujano
Brian Wernicke, médico oriundo de Resistencia y especialista en neurocirugía, explica las particularidades del cerebro de un zurdo y cómo se adapta en un mundo pensado para diestros.

Cada 13 de agosto se conmemora el Día Internacional del Zurdo, fecha que busca visibilizar a ese 10% de la población mundial que utiliza preferentemente la mano izquierda. Ser zurdo, históricamente, significó adaptarse a un entorno diseñado para diestros: desde bancos escolares y herramientas de trabajo hasta instrumentos musicales.
Entre los zurdos célebres destacan figuras como Lionel Messi, Diego Maradona, René Favaloro, Leonardo da Vinci o Paul McCartney, ejemplos que han alimentado la percepción de que esta condición está ligada a la creatividad y al talento.

Para conocer más sobre qué ocurre dentro del cerebro de una persona zurda, Diario TAG dialogó con el neurocirujano Brian Wernicke (M.N. 155792), formado en la UNNE y actualmente radicado en San Luis.
Diferencias cerebrales entre zurdos y diestros
"La principal diferencia anatómica y funcional está en la dominancia cerebral, es decir, qué hemisferio controla cada lado del cuerpo. En la mayoría de los diestros, el hemisferio izquierdo es el dominante y controla el lado derecho, mientras que en los zurdos suele ser el hemisferio derecho el que comanda el lado izquierdo", detalla Wernicke.
Sin embargo, aclara que no se trata de una división estricta. "En los zurdos esta dominancia puede ser menos marcada. Hay personas zurdas con dominancia del hemisferio izquierdo o incluso con funciones distribuidas de manera más equitativa entre ambos hemisferios. Esto genera un perfil cerebral único, con diferencias que pueden reflejarse en el pensamiento, la coordinación y la manera de procesar la información".

Creatividad y habilidades
El especialista explica que el hemisferio derecho está más asociado a la creatividad, la percepción espacial, la intuición y la capacidad artística. "Por eso, muchos zurdos desarrollan habilidades destacadas en áreas como la música, las artes plásticas o la escritura creativa. No es una regla rígida, pero sí una tendencia que se observa con frecuencia".
Según Wernicke, esto también influye en cómo afrontan los problemas: "Tienden a encontrar soluciones poco convencionales, a ver patrones que otros pasan por alto y a tener un pensamiento más divergente, lo que puede ser una ventaja en entornos creativos o de innovación".
Salud y predisposición a enfermedades
La relación entre la zurdera y ciertas patologías neurológicas sigue siendo un tema en debate. "Algunos estudios sugieren que las personas zurdas podrían tener una mayor probabilidad de padecer enfermedades como esquizofrenia o Parkinson, pero otros trabajos no encuentran diferencias relevantes entre zurdos y diestros. Es decir, no hay un consenso claro", explica.
Wernicke señala que la clave es no estigmatizar: "La mayoría de los zurdos goza de buena salud neurológica. Incluso, en muchos casos, las adaptaciones cerebrales que hacen para desenvolverse en un mundo para diestros pueden reforzar su capacidad cognitiva y su flexibilidad mental".

Adaptación en un mundo para diestros
Muchos zurdos, especialmente en generaciones anteriores, aprendieron a usar más la mano derecha debido a la presión social o a la falta de herramientas adaptadas. "El cerebro tiene una gran capacidad de reorganización llamada plasticidad cerebral. Esto permite que, con entrenamiento, áreas no habituales asuman nuevas funciones", comenta.
Sin embargo, advierte que no siempre es beneficioso. "Cuando la adaptación es forzada desde la infancia, puede generar problemas de coordinación fina, frustración o estrés, sobre todo en tareas que requieren precisión, como la escritura o el uso de instrumentos quirúrgicos, en mi caso profesional. Hoy la sociedad es más consciente y se procura que cada persona pueda usar su mano dominante sin presiones externas".
Genética y factores ambientales
Respecto al origen de la zurdera, Wernicke sostiene que la genética juega un papel clave. "Las investigaciones más sólidas señalan un componente hereditario, aunque no existe un ‘gen del zurdo’ único. Es más bien una combinación de factores genéticos que influyen en el desarrollo cerebral", dice.
Pero también hay hipótesis que consideran el impacto de factores prenatales: "Una de ellas es la relacionada con la testosterona. Se cree que niveles elevados de esta hormona durante la gestación podrían modificar el crecimiento cerebral y aumentar las probabilidades de que un niño nazca zurdo. Esto, sumado a factores ambientales y de aprendizaje en los primeros años de vida, termina definiendo la lateralidad".
Entre genética, ambiente y plasticidad cerebral, los zurdos encuentran su propio camino. Su forma de ver y actuar en el mundo es una prueba más de que no existe un único molde para la inteligencia y la creatividad.


