Médica chaqueña que rindió en Buenos Aires reveló detalles del fraude en el examen de residencias
Una profesional chaqueña relató desde adentro cómo fue vivir el escándalo del examen más importante del país. "Te dabas cuenta que algo raro pasaba", aseguró.

Luego de que el Ministerio de Salud de la Nacióndetectara posibles irregularidades en el Examen Único de Residencias Médicas, se encendieron las alarmas. Las denuncias por presunto fraude, que involucran a decenas de postulantes, en su mayoría extranjeros, derivaron en una causa penal y la decisión de que quienes obtuvieron más de 85 puntos deban rendir nuevamente.
En ese contexto, DiarioTag dialogó con una médica chaqueña que viajó hasta Buenos Aires para presentarse a la evaluación. Aunque prefirió preservar su identidad, compartió un detallado testimonio de lo que vivió ese día. Su relato permite asomarse a lo que ocurrió puertas adentro del examen que define el futuro profesional de miles de jóvenes médicos y médicas del país.
"Desde que llegamos fue todo caótico. Éramos alrededor de 7 mil personas, y el ingreso al predio ya era un caos", comenzó contando. El examen tuvo lugar en la Villa Olímpica de Buenos Aires, y desde el inicio el operativo no fue sencillo.
El procedimiento contemplaba control de identidad mediante escaneo del DNI, entrega del celular, y derivación a distintos sectores organizados por grupos de entre 60 y 100 personas. Todo indicaba que habría un control estricto.

Pero algo no funcionó.
"Dejabas tus cosas, entregabas el teléfono, te ubicaban en tu sector, había un acto de apertura y empezábamos. Era un multiple choice de 100 preguntas, con contenidos que abarcan toda la carrera. Teníamos 4 horas para rendir", explicó.
La médica chaqueña asegura que las sospechas comenzaron en plena evaluación: "Había gente que se levantaba muchísimas veces al baño. Literal, más de 10 veces. Siempre había cola, aunque había seis baños con personal de seguridad en cada uno. Y cuando esas personas volvían, era muy evidente que contestaban un bloque de preguntas y volvían a salir".
Esa conducta repetitiva llamó la atención de varios. Pero lo más llamativo, según cuenta, fue lo que descubrieron luego.
"Lo ilógico era que para ir al baño te hacían dejar el celular. Entonces… ¿cómo se copiaban? Bueno, había personas que llevaban dos teléfonos. Unos entregaban, otros se quedaban".
Días después, empezaron a circular audios, capturas de pantalla y videos en redes sociales. Uno de ellos, el más viral, mostraba a un postulante que grabó el examen con unas gafas inteligentes y habría enviado las imágenes a un grupo de Telegram. Allí, personas externas le devolvían las respuestas.
"Supuestamente varios estaban en ese grupo. Compartían las preguntas que lograban copiar, y desde afuera les pasaban las respuestas. Cuando terminamos el examen, se empezó a hablar de eso. Era algo que se sabía entre los que estábamos ahí", recordó.
Otro detalle que no pasó desapercibido fue el perfil de quienes habrían participado del fraude. "Por los DNI sabías que eran extranjeros, empezaban con 90 millones. No digo que todos estuvieran en esa, pero sí la mayoría. De los que tienen que volver a rendir, la gran mayoría no son argentinos", aseguró.
Cuando se publicaron los puntajes, algo no cuadraba. "Muchos sacaron más de 85 puntos, pero no eran personas con antecedentes académicos destacados. Eso hizo ruido", indicó. Fue allí cuando el Ministerio tomó la decisión de que todos los que obtuvieron calificaciones superiores a 85 deben rehacer la prueba.
Pese a todo, la médica entrevistada contó que su experiencia personal no fue del todo negativa: "No sufrí sobresaltos, pero sí era incómodo. Estábamos todos muy apretados, codo a codo. Y esas personas que se levantaban tanto para ir al baño, te sacaban de concentración. Tengo amigos que la pasaron mal, no solo por la injusticia sino porque eso genera nervios".
Ahora, la investigación judicial buscará determinar cuántos postulantes incurrieron en prácticas fraudulentas y si hubo una organización estructurada detrás del plan para adulterar el examen. Mientras tanto, cientos de médicos y médicas esperan definiciones con una mezcla de frustración y cansancio.
"No es justo. Uno se prepara, estudia años, y que alguien venga con una trampa te arruina todo", concluyó.
