Para evitar otro revés, el Gobierno postergó reformas para luego de las elecciones
Las mismas se retomarían en el mes de diciembre, meses después de los comicios nacionales.

El Gobierno nacional decidió postergar el tratamiento de reformas estructurales hasta después de las elecciones legislativas de medio término, previstas para octubre.
En la Casa Rosada confían en que, a partir del 11 de diciembre, contarán con un mayor número de bancas en el Congreso, lo que les permitiría evitar nuevos traspiés legislativos, como ocurrió con la reciente votación en el Senado por el aumento a las jubilaciones.
La estrategia oficial se reorganizó tras la expiración de las facultades delegadas a principios de julio. Con un Congreso fragmentado y sin mayoría propia, el Ejecutivo optó por mantener en carpeta dos reformas centrales para la gestión de Javier Milei: la reforma laboral y la impositiva. Ambos proyectos están siendo trabajados internamente, con el objetivo de tenerlos listos para ser presentados cuando el escenario parlamentario sea más favorable.
El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, encabezado por Federico Sturzenegger, lidera los avances técnicos en materia laboral. "Queremos tener el terreno liso para cuando se pueda avanzar", señalaron desde el Ejecutivo. En ese marco, el Consejo de Mayo, que se reactivó a fines de junio, también se posiciona como un espacio clave para debatir estos temas. Las reuniones, de agenda abierta, volverán a realizarse el próximo lunes.
Además, el Gobierno planea presentar reformas profundas en el Código Penal y en el Código Civil y Comercial. El borrador del nuevo Código Penal —en manos del Ministerio de Justicia, dirigido por Mariano Cúneo Libarona— ya fue elaborado por una comisión conformada por reconocidos juristas. El texto incluye nuevas figuras como la venta de niños, fraudes informáticos con Inteligencia Artificial, ciberdelitos como la "pornovenganza", y propone penas más severas para casos de incendios y corrupción.
En paralelo, la reforma al Código Civil y Comercial buscará desregular los contratos entre privados, reducir la intervención estatal, reforzar la propiedad privada y promover la mediación y el arbitraje como herramientas principales de resolución de conflictos.
En el oficialismo son conscientes de que aún con una mejor representación parlamentaria deberán continuar negociando con sectores opositores dialoguistas. Sin embargo, confían en que un Congreso más afín permitirá concretar una agenda legislativa ambiciosa a partir del próximo diciembre.
