El árbitro agredido: "Si no escapaba, mi familia me estaría viendo en un cajón"
El fútbol chaqueño vivió un trágico episodio de violencia durante un partido de la categoría 2011, en la localidad de Charata, donde un árbitro fue brutalmente agredido por padres de jugadores. Según el testimonio de Héctor Quevedo, juez del encuentro, se salvó de "milagro" y afirmó que, de no haber escapado del lugar, su familia hoy lo estaría viendo "en un cajón".
El hecho ocurrió alrededor de las 16:30 del domingo, en la cancha del Club Libertad de Charata, durante un partido entre La Federación de General Pinedo y Sportivo Charata, presenciado por unas 50 personas. Mientras se encontraba en el centro del campo, un grupo de padres e hinchas invadió la cancha y agredió físicamente al árbitro con golpes de puño, patadas y empujones, tras mostrarse disconformes con una expulsión.
EL TESTIMONIO
Según relató Héctor Acevedo, árbitro del encuentro, todo comenzó con una primera expulsión luego de una jugada peligrosa entre dos jugadores. Mientras uno de los menores estaba en el suelo esperando ser atendido, el juez escuchó un sonido similar a un "aplauso", lo que lo hizo darse vuelta rápidamente y observar que otro jugador había sido golpeado. Acto seguido, sacó otra tarjeta roja.
"Cuando yo llamo al cuerpo médico de la Federación para que lo asistan al chico, haciéndolo atender, observando que lo atiendan bien a este niño, escucho un golpe como si fuese un aplauso, algo así, y me di vuelta y veo que se está refregando la pierna otro más y me dice, aquel me pegó, me pegó el cuatro. Entonces también lo expulso al cuatro porque pegó sin pelota y a la altura del muslo donde queda medio paralizado este chico porque no podía caminar por el mismo golpe", explicó.
Luego de esa segunda expulsión, a los 10 minutos del segundo tiempo, comenzaron los insultos desde las gradas. "Empiezan a gritarme las madres, me decían árbitro hijo de p***, palabras groseras que no las puedo mencionar, cosas terribles, tocaron a toda mi familia con palabras agresivas, a mi hijo, a mi mamá, a todos", relató.
Aunque el partido concluyó sin más incidentes, un grupo de hinchas ingresó al campo para golpear al árbitro. "El daño que a mí me afectó mucho es cuando estaba adentro de la cancha, estaba conversando con mi línea. Ahí el árbitro que estaba en la parte del banco de suplente me pega el grito y me dice ‘guarda’ y cuando me di vuelta me encuentro con un grupo de padres patoteros, más eran mujeres que padres, que me empezaron a pegar, con botines, con termos, con lo que encontraban", agregó.
"Me pegaron en las dos orejas, en el cuero cabelludo, tengo golpes grandes en las costillas, la espalda, el pecho, las piernas. La pantorrilla tengo lastimada, el tobillo tengo lastimado. Estoy todo golpeado por todos lados", expuso.
En esa línea, señaló: "Como árbitros nosotros no podemos pegar, sea a una madre, padre o hijo, nosotros no podemos pegar. Si nosotros pegamos vamos presos nosotros y ellos están afuera". También denunció haber recibido amenazas de muerte. "Te vamos a matar hijo de p*** cuando salgas de la cancha", me dijeron los padres.
Sobre su estado de ánimo, expresó: "Esto me da mucha impotencia, me da mucha bronca. Yo tengo 42 años y tengo más de 20 años de servicio y es la segunda vez que me golpean así, pero este golpe fue fatal. Si yo no hubiese escapado y salido, mi familia me estaría viendo dentro de un cajón. Hoy mi familia me estaría viendo dentro de un cajón. Me salvé de milagro", cerró.
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