Postal barrial: la brutalidad de una patota que casi le cuesta la vida a una mujer
Una mujer terminó internada con heridas en el rostro tras ser salvajemente golpeada por una patota de su propio barrio. ¿El motivo? Se atrevió a denunciar el consumo de drogas y alcohol en la vereda. La brutal escena quedó registrada en un video que expone una realidad cada vez más frecuente: el precio de hablar en zonas donde reina la ley del miedo.
La escena que circuló por WhatsApp este fin de semana y que desnuda un terrible caso de violencia barrial, genera alerta pero también interpela: un grupo de mujeres golpeó con saña y sin pausa a una vecina que había denunciado el consumo de alcohol y drogas en la vereda de su casa. El "castigo" llegó rápido y brutal. La pregunta que queda flotando es: ¿cuánto vale atreverse a hablar en ciertos barrios?
El ataque ocurrió en el barrio La Toma de Barranqueras cuando una joven de 21 años se animó a reclamar por la tranquilidad de su cuadra. No lo hizo a los gritos ni con amenazas, sino a través de una denuncia formal. Pero ese intento por recuperar la paz terminó con ella en el hospital, con politraumatismos y cortes en el rostro. En el video se la ve sangrando, indefensa y extenuada por los golpes.
El video, de más de dos minutos, es un documento estremecedor. Se ve a tres mujeres —identificadas como Lucy Manuela López, Ludmila Caballero y Anahí Caballero— pateando y golpeando a Milagros mientras otros vecinos miran. Algunos graban. Nadie interviene. Los gritos de la víctima no frenan la golpiza. Al contrario, parecen alimentar la furia de las agresoras.
"¡La próxima que le toquen a mi hermano, les prendo fuego a todas!" , grita una de ellas. La escena podría haber terminado en una tragedia, pero terminó con una causa por "lesiones graves y amenazas".
El trasfondo, por lo que se conoce, comenzó con una denuncia policial que se convirtió en minutos en una especia de sentencia para quien se animó a hablar. No es un hecho aislado. Es parte de una postal cotidiana que Diario TAG informa a diario: disputas vecinales que se saldan con golpes, cuchillos o armas de fuego.
En este caso, la Policía activó un operativo cerrojo. Las agresoras se entregaron de forma espontánea y fueron alojadas en la Comisaría de Puerto Vilelas. Ahora la causa está en manos del Equipo Fiscal N° 13, a cargo de Víctor Recio.
