El Papa León XIV llamó a derribar muros y abrir fronteras con el Espíritu

En la celebración de Pentecostés, el papa León XIV presidió la Santa Misa en una concurrida Plaza San Pedro, destacando la acción del Espíritu Santo como fuerza transformadora frente a un mundo marcado por divisiones y egoísmos.
Durante su homilía, el Sumo Pontífice pidió "abrir fronteras donde el mundo construye muros", citando el ejemplo de la Iglesia primitiva y las enseñanzas de Benedicto XVI. Subrayó tres dimensiones en las que actúa el Espíritu: en el interior de las personas, en sus relaciones y entre los pueblos.
Alertó sobre los riesgos del individualismo y la soledad en un mundo hiperconectado, y recordó que el Espíritu ayuda a reconectarnos con nosotros mismos, con Dios y con los demás. También denunció las violencias en las relaciones, con un fuerte mensaje ante los recientes casos de femicidio.
"La armonía del Espíritu supera el caos de Babel", expresó León XIV, llamando a vivir el mandamiento del amor y a construir una Iglesia sin muros ni excluidos, unida en la fraternidad.