Una bibliotecaria sigue sin tener justicia a un año de ser agredida en su trabajo
La misma había denunciado que la vicedirectora de la Escuela de Educación Primaria N°866 la agredió física y verbalmente el pasado 21 de febrero de 2024.

Laura Liliana Ramírez, bibliotecaria de la Escuela de Educación Primaria N° 866 "España", continúa esperando una respuesta concreta a más de un año de haber denunciado una agresión física y verbal por parte de la vicedirectora del establecimiento, Marta Segovia.
El hecho, ocurrido el 21 de febrero de 2024 dentro de la biblioteca escolar, incluyó insultos, amenazas y una agresión con una lapicera que le provocó una lesión en la mano.
El incidente, originado en un conflicto personal ajeno al ámbito escolar, marcó el inicio de lo que Ramírez describe como "un hostigamiento sistemático, que se extendió a acoso verbal y difamaciones a través de redes sociales".
Las denuncias fueron formalizadas ante la Dirección Regional Educativa IV-A y la Policía del Chaco los días 21 y 24 de febrero de 2024.
A pesar de las pruebas presentadas, entre ellas un informe interdisciplinario fechado el 25 de abril de 2024 que diagnosticó a Ramírez con estrés postraumático, y un dictamen oficial (N° 347/24 del 18 de marzo de 2025) que confirma la responsabilidad de Segovia, la respuesta institucional ha sido prácticamente nula.
La única sanción administrativa emitida hasta ahora (una advertencia formal dispuesta el 2 de septiembre de 2024) nunca fue aplicada, según consta en los registros.
Ramírez, actualmente de licencia médica por las secuelas emocionales del episodio, teme que Segovia pueda volver a ejercer funciones directivas en la misma escuela, lo que considera una "situación de vulnerabilidad absoluta" y "una muestra alarmante de la falta de protección frente a la violencia en el ámbito escolar".
Desde su entorno exigen la intervención urgente de la ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología del Chaco, Sofía Naidenoff, para que se apliquen las sanciones correspondientes y se implementen medidas de resguardo efectivas.
"La inacción institucional frente a un caso documentado de violencia laboral en el sistema educativo es inaceptable. Es urgente garantizar la seguridad de la trabajadora y sentar un precedente contra el maltrato en el ámbito escolar", sostienen familiares y colegas de la bibliotecaria.
