Multan e inhabilitan a joven por conducción temeraria
Una joven fue sancionada con una multa equivalente a dos salarios mínimos vital y móvil y 60 días de inhabilitación para conducir, luego de ser detectada circulando a alta velocidad por el centro de la ciudad.
El hecho, que ocurrió el mes pasado y generó gran repercusión pública por dos motivos: la peligrosidad de la conducta y por el vínculo familiar de la imputada: ya que su madre es funcionaria de la Justicia Federal.
La jueza Celia Altamiranda, a cargo del Tribunal de Faltas Provincial, brindó detalles del proceso judicial y destacó que, a pesar de las especulaciones iniciales, no se trató de una "picada", sino de una conducta temeraria reiterada: "Al principio se presumía que participaba de una carrera, pero tras analizar filmaciones, testimonios y registros municipales, quedó descartado", afirmó.
Según explicó la magistrada, los vehículos circularon en el mismo sentido por unas cuatro o cinco cuadras, y fue la joven quien conducía a mayor velocidad. Ambos autos incluso se detuvieron en un semáforo luego de pasar por un control policial. "Nadie que está corriendo una picada se detiene en un semáforo", subrayó Altamiranda.
La joven también fue registrada excediendo los límites de velocidad en al menos ocho o nueve cruces de calle durante la madrugada, según determinó el Gabinete Científico a partir de imágenes de cámaras municipales.
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Altamiranda aclaró que no existían antecedentes previos en el tribunal para esta persona, pero advirtió que una posible reincidencia agravaría las sanciones: "En este caso particular no hay antecedentes, pero en caso de repetirse, la sanción será más severa", indicó.
Sobre la repercusión pública del caso, la jueza reflexionó: "Este episodio puso en evidencia un problema recurrente. A partir de este hecho, todos los fines de semana tenemos por lo menos uno o dos vehículos secuestrados por conductas similares".
La resolución ya fue notificada a las partes y busca enviar un mensaje claro sobre la responsabilidad en la conducción, sin importar vínculos familiares ni cargos públicos.
