El Gobierno busca un tope salarial del 1% mensual y frena la paritaria de Comercio
Funcionarios del equipo de Caputo pidieron moderación en los aumentos. Algunas empresas ya aplicaron subas menores a lo acordado y la paritaria mercantil sigue sin homologarse.

En su estrategia por contener la inflación, el Gobierno ratificó su objetivo de imponer un tope salarial de 1% mensual a las negociaciones paritarias. El mensaje fue transmitido este martes durante un encuentro en la Secretaría de Comercio, donde los funcionarios del equipo económico de Luis Caputo agradecieron a las empresas mayoristas por rechazar los pedidos de aumentos de precios de los fabricantes de consumo masivo.
Según fuentes oficiales, "no queremos que los aumentos salariales sean de más del 1%", advirtió un miembro del gabinete ante autoridades de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM). En esa misma reunión, el subsecretario de Defensa del Consumidor, Fernando Blanco Muiño, y el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, subrayaron la necesidad de mantener la inflación "controlada en los próximos meses".
La demanda oficial se produce en un contexto de tensión en la paritaria de Comercio, que abarca a 1,2 millones de trabajadores. A pesar de que el gremio y las cámaras habían acordado un incremento del 5,4% por tres meses, la Secretaría de Trabajo aún no homologó ese convenio. Mientras tanto, supermercados y mayoristas comenzaron a adelantar sumas a cuenta del acuerdo definitivo: algunos aplicaron el 5,4%, otros optaron por un 1% y otros directamente no anticiparon ningún pago.
"Algunos lo pagamos, otros no, y otros pagaron un 1% a cuenta de la negociación", admitió un empresario del rubro mayorista, donde operan firmas como Maxiconsumo, Nini, Makro, Diarco y Caromar. En paralelo, las cadenas de supermercados anunciaron un adelanto de $ 50.000, fragmentando el esquema de aumentos y mostrando un claro alineamiento con el pedido oficial en algunos casos.
Este pedido de moderación salarial complementa el plan "tres anclas" que el ministro Caputo relanzó tras el salto inflacionario del 3,7% en marzo. Dicho plan incluye llamados a empresas alimenticias y automotrices para limitar precios, un mayor control de las paritarias y topes en las tarifas. En abril, la inflación bajó al 2,8% a pesar de una devaluación del 8% del dólar.
"El dólar va a acercarse a la banda inferior por la fuerte liquidación del agro y en mayo o junio la inflación va a empezar con 1%", confiaron fuentes del Ministerio de Economía, que consideran que la estrategia de frenar los salarios ayudará a sostener una dinámica más suave de precios.
De mantenerse este tope, los analistas advierten que la recuperación del consumo podría verse restringida, ya que los salarios perderían frente a la inflación acumulada. No obstante, el Gobierno apuesta a equilibrar la lucha contra la escalada de precios sin detonar la actividad interna. La decisión final sobre la homologación de la paritaria de Comercio será un termómetro clave para medir el impacto de esta nueva etapa de moderación salarial.
