Un recorrido por la casa de los narcos que fue recuperada y funcionará como comisaría
La vivienda está ubicada en la calle San Lorenzo al 3.300 y fue recuperada un año atrás, actualmente cuenta con custodia policial las 24 horas y pronto se abrirá allí una nueva unidad policial.
En mayo del 2024 la Policía del Chaco allanó una vivienda ubicada en San Lorenzo al 3.300, en la ciudad de Resistencia, la casa funcionaba como búnker narco, donde vendían estupefacientes. Tras desbaratar el comercio Fiscalía N° 2 de Narcomenudeo entregó el edificio al Ministerio de Seguridad de la provincia para que el espacio recuperado se convierta en una nueva unidad policial.
Se trata de una casa con tres ambientes amplios, tiene dos dormitorios, baño, cocina, una parrilla, patio y hasta garaje, cuenta con todas las comodidades para que una familia pueda residir tranquilamente en el lugar, pero, fue usurpada por un grupo de personas que se dedicaba a la venta de estupefacientes.
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La vivienda no era como las otras del barrio, esta tenía particularidades que daban indicios de que allí ocurría algo ilícito, todas las ventanas están selladas, con ladrillos o cemento, para que no se pudiera ver desde el exterior lo que ocurría allí dentro. Además, los muros están resguardados con vidrios, una medida de seguridad usual en los barrios, pero en esa casa era diferente porque hay huecos entre esos vidrios."Es por si vienen a allanar, por ahí se escapaban", contó el sargento a cargo del resguardo del espacio. Otra distinción está en la puerta que da al patio allí agregaron un portón de hierro para reforzar el lugar.
Actualmente, la casa cuenta con custodia policial las 24 horas, allí se queda un policía, siempre con su radio para solicitar refuerzos si así lo necesita y su escopeta reglamentaria, mientras que efectivos del Cuerpo de Operaciones Motorizadas recorren el barrio, y tienen la potestad de intervenir si observan un ilícito, siempre dando aviso a la Comisaría jurisdiccional, en este caso la séptima. La presencia policial si bien aporta mayor seguridad a la zona, generó descontento varios de los vecinos.
Gustavo Ojeda, sargento primero de la división COM, quien está a cargo de la custodia de la casa, recibió a Diario TAG y contó que hoy los residentes del barrio ya están acostumbrados a su presencia. Al principio no fue así, de hecho, cascoteaban a la policía, al punto tal que les rompieron una antena wifi, arrojándoles piedras. En el techo de la vivienda aún se puede ver los restos de escombros arrojados, otra de las particularidades de la casa, que en las demás no ocurre.
Otros de los policías que custodian el lugar comentó que es un barrio reconocido porque allí suelen registrarse muchos hechos delictivos, además ahí residen integrantes de movimientos sociales, que entre ellos se organizaban para "blindar" el vecindario e impedir el ingreso de las autoridades al lugar, pero ahora eso cambió, ellos están allí las 24 horas y los vecinos deben aceptar su presencia.
Antes, cuando el espacio aún era un búnker narco, "era un 24 horas", cuenta uno de los policías, "funcionaba como un kiosco, todo el día venia gente". La venta se realizaba a través de una ventana pequeñita que da a la calle y está ubicada en la esquina, es una pequeña abertura, pero el resto de ventana está sellada como las demás en esa casa.
Si bien se sabe que la vivienda fue usurpada y no era utilizada como un hogar, en el patio aún se pueden observar dibujos que parecen realizados por niños que posiblemente pasaban su día allí, también hay operaciones matemáticas y la palabra "lengua", que podría dar cuenta de que se trataba de pequeños en edad escolar. Además, una pintada de San Expedito con la leyenda: "Gracias por los favores recibidos".
Otra de las particularidades de la casa que destacaron los policías, está en los techos, donde también hay huecos, pero esta vez no realizado por los delincuentes, sino por las autoridades."Eso se hace cuando entramos nosotros para revisar que no hayan dejado estupefacientes ocultos, vienen los canes e inspeccionan", sin embargo, en esta vivienda no encontraron nada, "se llevaron todo", ironizó el sargento.
Hasta el momento, en la casa no se cumple ni una función, simplemente es un espacio custodiado por la policía, para que los delincuentes que antes residían allí no vuelvan, y porque corre riesgo de ser usurpada nuevamente, pero el objetivo principal es que el lugar sea una nueva unidad policial, por lo que pronto podría convertirse en la Comisaría Decimoquinta Metropolitana.
