Cada tercer sábado de mayo se celebra el Día Mundial del Whisky en todo el mundo

Este sábado, como cada tercer sábado de mayo, se celebra el Día Mundial del Whisky, una jornada dedicada a honrar una de las bebidas alcohólicas más emblemáticas y sofisticadas del mundo. Con una historia rica y un abanico de sabores que varían según su origen y proceso de elaboración, el whisky sigue conquistando paladares a nivel global.
El whisky, también conocido como whiskey, wisky o güisqui, es una bebida destilada a base de cereales fermentados como el trigo, la cebada, la malta, el maíz o el centeno. Su envejecimiento tradicional se realiza en barricas de roble, un proceso que le otorga su distintivo sabor.
LAS SEIS GRANDES FAMILIAS DEL WHISKY
Desde su nacimiento en Irlanda y Escocia, el whisky ha dado lugar a seis grandes variedades, cada una con características particulares:
- Irlandés: Suave y equilibrado, elaborado con triple destilación.
- Escocés (Scotch): Con Denominación de Origen, posee una gran variedad de estilos y se envejece al menos tres años en barrica.
- Estadounidense: Destaca el bourbon, hecho principalmente de maíz, y el rye whisky, elaborado con centeno.
- Japonés: Con sabores florales, afrutados y picantes, ha ganado gran prestigio internacional.
- Canadiense: Más ligero y suave, con mezclas de maíz, cebada, trigo y centeno.
TIPOS DE WHISKY SEGÚN SU COMPOSICIÓN
Además del origen, la composición también define su carácter:
- Blended: La mezcla más consumida, con 60% de whisky de grano y 40% de malta.
- Grain whisky: Suave y neutro, elaborado con cereales distintos a la cebada.
- Malt whisky: Hecho con cebada malteada y envejecido por años. Se subdivide en:
- Single Malt: De una sola destilería.
- Vatted o Pure Malt: Mezcla de maltas de distintas destilerías.
UN ORIGEN CON HISTORIA
Aunque su nacimiento aún genera debate, los primeros registros del whisky datan del año 1405 en Irlanda. Con la llegada de los alambiques, los monjes comenzaron a destilar esta bebida. A fines del siglo XV, Escocia también se posicionó como uno de los grandes productores, otorgándole su propia denominación: "whisky", diferenciándose del "whiskie" utilizado en Irlanda y EE. UU.
En cócteles como el clásico Manhattan, "on the rocks" o solo, el whisky mantiene su lugar privilegiado en la cultura de las bebidas espirituosas.
