Se cumple un año de la desaparición y muerte de Romina Karban: un crimen por codicia
El cuerpo fue encontrada al otro día de haber desaparecido, tenía cinco disparos. Su hermano fue detenido como único sospechoso.
Romina Karban, de 30 años, fue encontrada sin vida el 9 de mayo de 2024, con varios disparos en el cuerpo. Su cadáver estaba en un campo lindante al de su familia, en la zona rural de Pampa Florida, a unos 20 kilómetros del casco urbano.
Su desaparición fue denunciada el 7 de mayo, cuando salió de su domicilio a las 07:00 a bordo de su motocicleta. Desde entonces no se supo más nada de ella. Una cámara de seguridad registró su recorrido: primero cargó combustible y luego se la vio cruzar el cementerio, unos 18 a 20 minutos después, rumbo al campo de su hermano.
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Ariel Ojeda, su pareja en ese momento, al notar que Romina no regresaba, comenzó a enviarle mensajes por WhatsApp y a llamarla. Al no obtener respuesta, se preocupó y empezó a buscarla. Contactó a los hermanos de Romina, quienes tampoco tenían noticias de ella. Esa misma noche, cerca de las 20:00, radicó la denuncia por su desaparición.
El cuerpo de Romina fue hallado por un maquinista que trabajaba en el campo de los Karban. El trabajador rural vio una moto Honda Wave roja en medio del lote, lo que le llamó la atención. Luego encontró el cuerpo sin vida de Romina en el lote 106, a siete metros del alambrado que delimita el campo familiar con el de otro productor, en un monte.
Numerosas diligencias judiciales se llevaron a cabo en torno al caso: allanamientos, secuestro de elementos de interés, peritajes a teléfonos celulares y búsqueda del arma utilizada, que nunca fue encontrada.
La fiscal a cargo de la investigación fue la Dra. Liliana Lupi, quien confirmó, tras el informe forense, que el cuerpo de Romina presentaba cinco disparos en distintas partes del cuerpo, algunos con orificios de entrada y salida. Se determinó que fue asesinada el mismo día de su desaparición con un arma de grueso calibre, y que dos proyectiles impactaron en su cabeza.
En la escena del crimen se encontró la motocicleta de Romina con la llave puesta. A pocos metros, su mochila cerrada contenía pertenencias personales, dinero, un teléfono celular y vainas servidas calibre 9 milímetros.
Casi 20 días después del hallazgo, la fiscal ordenó la detención del hermano de la víctima, Renzo Karban. En su poder se secuestró un teléfono celular marca ZTE Blade y una escopeta Mossberg calibre 12 mm, color marrón, con ocho cartuchos del mismo calibre.
Renzo Karban, único detenido por el crimen, fue imputado por "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego, por codicia y por alevosía". Fue representado por el defensor oficial Matías Jachesky. En su declaración, Renzo se declaró inocente y afirmó no tener vínculo con el asesinato de su hermana.
"La hipótesis del móvil es económico, ya que había un trámite sucesorio tras la muerte del padre de los Karban. Eliminar a una heredera, que no estaba casada ni tenía hijos, habría facilitado un reparto más conveniente para otros", sostuvo la fiscal Lupi durante su investigación.
En su reconstrucción de los hechos, la fiscal —hoy jubilada— sostuvo que "conforme a los elementos incorporados a la causa, se puede establecer que Renzo Karban, portando un arma registrada a nombre de su padre, llevó a su hermana dentro del campo de un vecino y allí le disparó por la espalda. Romina estaba totalmente indefensa. Recibió dos disparos en la cabeza y tres en el tórax, todos con trayectorias de entrada y salida. El cuerpo no presentaba signos de resistencia o lucha, según indicó el médico forense".
El imputado continúa detenido con prisión preventiva. La causa fue elevada a juicio y será un Jurado Popular quien determine su culpabilidad o inocencia.
SE ESPERA EL JUICIO
La causa fue elevada a juicio en octubre. Un Jurado Popular juzgará al único imputado, Renzo Karban. Aún no se sorteó el juez técnico que tendrá a su cargo el proceso, ni se fijó la fecha de inicio de las audiencias preliminares.
