Un año de la muerte de Romina Karban: un crimen marcado por la "codicia" y "alevosía"
La joven de 30 años fue hallada sin vida en un campo cercano al de su familia, con cinco disparos en el cuerpo. El único detenido por el caso es su hermano Renzo Kabran quien la habría asesinado por una herencia.
Romina Ludmila Karban desapareció de su domicilio en la ciudad de Sáenz Peña el 8 de mayo de 2024, la joven salió a encontrarse con su hermano quien supuestamente no se encontraba bien de salud, pero ella no volvió a ser vista. Cuando la mujer llevaba más de 15 horas desaparecida, su pareja realizó la denuncia porque no regresó a su casa, mencionó a los efectivos policiales que durante todo el día la estuvo buscando, pero no dio con su paradero. El día siguiente, apareció sin vida.
Su cadáver fue hallado en un campo cercano al de su familia, oculto entre matorrales, acostada boca abajo y sin signos vitales, su moto estaba a unos 50 metros y además se encontraron varios casquillos de un arma 9 mm. Tras la autopsia se pudo confirmar, que tenía un total de cinco disparos en el cuerpo.
El caso fue tomado por la fiscal Liliana Luppi, en un principio se detuvo a la pareja de Romina, quien tras las investigaciones fue desvinculado del caso. Luego se procedió a la aprehensión de Renzo Karban el hermano de la joven. Además, se demoró a "Tunin" González un agricultor, quien le habría vendido el arma de fuego a Renzo, tras declarar fue liberado.
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Hasta hoy el único acusado es Renzo Karban quien se encuentra con prisión preventiva y recibió la imputación de "Homicidio agravado por el uso de arma de fuego, codicia y alevosía". El hombre sostiene su inocencia y asegura no haber tenido "nada que ver" con el asesinato de su hermana.
A pesar del gran despliegue de la Justicia, el arma homicida no fue hallada, de hecho, se hicieron múltiples allanamientos, muchos, con la intervención de bomberos, policía y perros. Se rastrilló un campo muy extenso y se buscó también en el campo del lindante del vecino, se removieron escombros porque había varios aljibes en la zona y también se utilizó un aparato busca metales, pero no hubo resultados favorables.
Tiempo atrás, la encargada de la investigación dijo a Diario TAG: "Para nosotros el móvil es económico ya que había un sucesorio en trámite luego de la muerte de Karban padre, entonces había que eliminar una heredera . La víctima no estaba casada no tenía hijos. Para mí el móvil fue ese, para este aberrante delito", sentenció Luppi
Otra conexión entre Renzo Karban y la muerte de su hermana está relacionada con la declaración que realizó un testigo en la causa que conocía hace mucho tiempo al padre de los Karban ya fallecido porque les vendía verduras y otros productos. A este hombre, el imputado Renzo Karban le había preguntado un mes antes de la muerte de Romina, si podía conseguir algún arma con silenciador, aduciendo de que necesitaba porque entraban a su campo muchas personas a cazar.
También llamó la atención que el 25 de abril de 2024, el detenido comenzó a buscar un vehículo de alquiler. "Con este se infiere que el imputado quería pasar desapercibido, en virtud a que, en la zona, más precisamente en el radio rural donde ocurrió el homicidio de su hermana los vecinos conocen el vehículo en el que se conduce Renzo, una camioneta Ford F100 color roja", agregó la fiscal.
Otra prueba que existe en el expediente es el peritaje de los teléfonos. "De esos teléfonos surge que la noche anterior Renzo se comunica con su hermana y le dice que él está enfermo, que necesita que ella vaya a buscarlo porque la madre no sabía conducir, y él no podía por su estado de salud. Así acordaron, por lo que ella salió temprano. La última cámara que tiene imagen de Romina la toma a ella yendo al campo. Una vez en el lugar es sorprendida por el imputado quien le dispara por la espalda, recibió varios disparos", señaló la fiscal.
Se pudo establecer entonces que Renzo Karban portando un arma de fuego, llevó a su hermana dentro del campo de un vecino lindante donde le efectuó varios disparos desde atrás. Romina estaba totalmente indefensa, recibió dos disparos en la cabeza y tres en el tórax, todos con trayectorias de entrada y salida. Su cuerpo no presentó signos de resistencia o lucha conforme lo detallado por el médico forense, encargado de la autopsia.
Finalmente, en octubre, concluyó la investigación y la causa fue elevada a juicio, el cual hasta el momento a un año del crimen no fue llevado a cabo.
