Denuncia que sus vecinos hostigan a su familia: "Nos viven acechando y amenazando"
Una ama de casa denuncia desde hace años el hostigamiento constante de sus vecinos lindantes, una pareja a la que vincula con actividades ilegales. A pesar de las medidas judiciales que les prohíben el acercamiento, la mujer afirma que las amenazas, agresiones y persecuciones continúan.

Analía Soledad Báez, de 43 años vive en el barrio Niño Jesús de Resistencia junto a su familia, tiene tres hijos el mayor ya es adulto, padece una discapacidad motriz y dos niñas de 11 y 4 años. Es ama de casa y denunció a sus vecinos de la casa lindante por hostigamiento, amenazas y violencia hacia ella y toda su familia.
Los vecinos denunciados son una pareja, que según contó Analía se dedicarían al comercio ilegal, "como mi casa está bien al lado veo todo", dijo la mujer y ese sería el origen del conflicto que provocó que estas personas la hostiguen de manera constante al igual que al resto de su familia, "ellos quieren que yo viva encerrada", lamentó la ciudadana.
Es así que el 3 de marzo de 2023 la Justicia dictó la Prohibición de contacto y acercamiento del ciudadano B.C. (vecino) domiciliado en el barrio Niño Jesús hacia el domicilio de Analía Soledad Báez, los lugares que la misma frecuente, y hacia su grupo familiar compuesto por otras cuatro personas.
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A pesar de la medida judicial, la situación no cambió, las amenazas y la violencia siguieron escalando y el 13 de noviembre de 2024 se dictó la Prohibición de contacto y acercamiento de la ciudadana X.B. (vecina) a una distancia no menor de 200 metros a Analía y su grupo familiar como así también, le ordenaron abstenerse a realizar contacto telefónico o por cualquier otro medio electrónico o redes sociales.
Analía relató a Diario TAG, que nada fue suficiente para cesar el violento accionar de sus vecinos, y no solo le afecta a ella, sino que, a toda su familia, principalmente a su hija de 11 años: "Nos viven amenazando, de que van a prender fuego mi casa. El tipo y la mina nos viven filmando a mí y a mi hija, ella le tiene mucho miedo, por lo que él hace y por la forma como la mira".
La ciudadana asegura que la intención que los acusados tienen es "que nos vayamos de la casa".
Cansada de esta situación y a pesar de las medidas judiciales ya existentes, Analía en marzo de este año volvió a dirigirse a la Policía para denunciar que, el hostigamiento continúa en el Departamento de Violencia Familiar y de Género en la ciudad de Resistencia relató: "Cuando salgo de mi domicilio me filman con sus celulares, me siguen hasta la escuela de mis hijos, me insultan y me amenazan constantemente".

Además, informó "ya radiqué denuncias por amenazas, pero me acerco nuevamente ya que desde el momento que se les notificó las medidas de prohibición de acercamiento hacia mí y grupo familiar, la situación ha empeorado, me hacen peor, me molestan todo el tiempo, están atentos a cuando yo o alguien de mi familia salimos a hacer mandados y ellos salen al mismo kiosco y aprovechan para insultarnos"
Uno de las acusaciones que hizo la mujer es que "en ocasiones los vecinos le hacen señas obscenas a mi hija de 11 años quien tiene demasiado miedo a estas personas y por lo que no la dejo salir más sola de casa".
En ese sentido agregó, "mis vecinos instalaron una cámara de seguridad que apunta directamente a mi casa lo cual usa para perturbarme y saber todos mis movimientos, ya que no tengo privacidad en nada, siendo que yo ni los molesto a ellos. Hacen todas estas cosas para que yo me vaya de mi casa".
Su denuncia finalizó diciendo: "Es difícil vivir en esta situación, sin saber ya a quien recurrir para que me ayude porque todos los métodos otorgados por la fiscalía, no los cumplen y hacen lo que quieren para seguir molestando, y yo tengo que estar encerrada para evitar perturbaciones".
La mujer aseguró que sus vecinos "jamás respetan las perimetrales y la Justicia no hace nada".

Entre los hechos más preocupantes, Báez detalló que fue atacada en varias oportunidades, incluso estando con su hija menor: "Fui atacada por la mujer, con mi nena más chica más de una vez", contó.
Además, relató un episodio en el cual la violencia escaló hasta convertirse en física: "Me quisieron dar un puntazo en el cuello, como le manoteé el brazo, rebotó en mi frente", dijo y mostró una fotografía de su cara cubierta de sangre tras el temible hecho.

Como se mencionó anteriormente la mujer cuenta con las medidas de prohibición de acercamiento y contacto al igual que con botón antipánico, aunque considera que no es suficiente y sentenció: "La policía no hace nada, los refugian a ellos, no a mí".