De Quitilipi al mundo: la historia de Carlos Salvatore, el mayor narco de Argentina
El abogado controlaba y financiaba una red de tráfico de cocaína con sede en Quitilipi, Portugal y España. El patrimonio manejado por su familia consistía en más de 220 bienes entre propiedades, autos y más de 20 empresas entre ellas, una productora de cine.

Recientemente, la Justica federal condenó a la hija de Carlos Salvatore, Carla Salvatore, por estar involucrada en una causa de lavado de activos vinculados a los millones y millones de dólares logrados por la red de tráfico de cocaína que era manejada por su padre. Este caso, que tuvo una gran repercusión a nivel mundial, dejó expuesto todas las maniobras que realizaba el capo narco para hacer llegar la droga a través de bolsa de carbón a los puertos españoles como portugueses.
Según medios periodísticos, la familia Salvatore habría tenido propiedades en distintas partes del mundo, siendo Estados Unidos uno de los destinos más frecuentes. Allí contaban con departamentos de lujo, valuados en cientos de miles de dólares y con ubicaciones privilegiadas, además de una flota de autos de alta gama.
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Uno de los fiscales federales a cargo del caso, Federico Carniel, planteó en años anteriores que "solo a efectos ilustrativos y tomando un precio promedio de €32.700 por kilo, según un informe de 2013 del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías del Ministerio de Sanidad, puede estimarse que el valor total de los cargamentos secuestrados habría ascendido a €156.240.600". Eso solo representaría una parte de toda la carga, ya que, si se contabilizan el total de las causas en su contra, habría movido a Europa un aproximado de 3.5 toneladas de cocaína.

QUIÉN FUE CARLOS SALVATORE
Carlos Salvatore, que según distintas fuentes también se hacía llamar Manuel Carrascosa, fue el encargado de dirigir, controlar y financiar, diversos embarcos de droga a distintos puertos del viejo continente, precisamente de Vigo en España y a Torres Vedras en Portugal. Esta red tuvo como empleados a agentes aduaneros, encargados de depósitos en Argentina como en los países de destino y operarios que hacían girar la rueda haciendo que cada uno de los engranajes funcione.
El modus operandi era claro: la droga se acopiaba en la localidad de Quitilipi, Chaco, y desde allí se dirigía hacia los puertos para su posterior envío a Europa. Salvatore supervisaba todos los movimientos. En los puertos, un miembro de la organización marcaba las bolsas que serían escaneadas por aduana para asegurar el paso de la mercancía.

Ahora bien, para poder manejar los fondos obtenidos, la mano derecha de Salvatore, Leopoldo "Polo" Carrena, diseñó un esquema de empresas en argentina, Uruguay y Estados Unidos para lograr lavar el dinero obtenido por el narcotráfico. Las compañías eran de diversos rubros, entre ellas, constructoras, agropecuaria, asesoramiento legal y producción de cine. Plúmiferos, la Película animada que fue también producida por TELEFE, estuvo a cargo de la productora CS, misma que recibió un subsidio del Estado Nacional.
PROPIEDADES
Las propiedades manejadas por los Salvatore iban desde departamentos, casas, parcelas en Argentina y Estados Unidos, 25 autos, cuatriciclos, acciones de compañías y más de 115 cuentas bancarias, según la información brindada por TN.
Incluso, uno de los inmuebles de la ciudad de Buenos Aires, había sido puesto en subasta en el año 2020 en más de 2 millones de dólares.
AMENAZAS
Durante el proceso de investigación e imputación, el abogado quedó detenido al igual que su familia. En ese momento, en una comunicación que fue pinchada por la Policía, Salvatore amenazó de muerte a la jueza Federal Zunilda Nirempeger, quien era la encargada de llevar el caso. "Yo pago este homicidio", expuso en una llamada con su esposa quien también estaba detenida.
El fiscal Federico Carniel también recibió amenazas: "Cuidate mucho y cuidá mucho a tu familia. Ya nos generaste muchos problemas. La van a pasar muy mal", decía una nota anónima que le fue enviada. Asimismo, el fiscal Carlos Amad también fue amenazado con un mensaje que rezaba: "Cagón, te mandaron lejos, pero igual la vas a pasar mal. En Salta tenemos amigos. Cuídate mucho y cuida a tu familia".
CONDENA
Este caso marcó un precedente en el país por ser una de las causas con las condenas más elevadas en delitos de narcotráfico. Carlos Salvatore fue condenado a 21 años de prisión efectiva, pero falleció el 9 de mayo de 2018, en el Hospital Argerich.
